Creo que buscar la culpa en los demás y permanecer impasible cuando vemos como le roban la cartera al vecino es muy nuestro; incluso creo que va en nuestros genes.
Pero ¿qué puedo hacer yo?
Nos guste o no nos guste, no nos queda otra que intentar cambiar la situación en las urnas, votando con toda la esperanza puesta en que nuestra clase dirigente cambie el sistema para bien; los chorizos sean apartados a perpetuidad de sus cargos dirigentes, encarcelados y recuperado el dinero que distrajeron.
Pero eso, en España, no pasa. Y seguro que pronto lo veremos con nuestros propios ojos; la gente votará invariablemente a PP y PSOE... y si no, tiempo al tiempo.
Mientras no les demos un escarmiento gordo en las urnas a nuestra clase dirigente, seguiremos así, sobrellevando esto como Dios mejor nos da a entender.
¡Que no nos pase "ná"!
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