Pues claro que es una llamada “anzuelo”. Sales pitando y acojonado, te ven como sales de casa, llaman para ver que no queda nadie en la vivienda, y entre que vas, preguntas, te quedas mosca, y vuelves; pues ya te han dejado la casa más limpia que con el mister proper ese.
Lo que hay que hacer es llamar al hospital en cuestión antes de salir ( ya que no sabemos que familiar es). También se puede salir a la calle con una estaca y fingir que se sale pitando para después observar quien va a casa. Si os decidís por esta segunda opción apuntad bien a lo alto del coco y no os duela aplicar concienzudamente las leyes de la física. Luego…si dicen…..que dizan.
Hay otro truquillo que suelen usar para las casas que tienen abuelicos; y es llamar al timbre con urgencia. El abuelo sale sin pensar en mirar antes de abrir, y ya solo es empujar un poco.
Otra derivación de este truco es echar agua por debajo de la puerta y llamar. Al pisar el agua que ha entrado dentro del domicilio siempre, por acto instintivo, se abre y la jodemos.
En definitiva sí que hay que tener un poco de cuidado estos días de cenas, comidas, y salidas familiares. Siempre, siempre, hay que dejar la puerta cerrada con las correspondientes vueltas de cerradura.