Todos queremos el final del terrorismo, sin duda alguna. Pero no todos pensamos que todo vale para ello. Hay que recordar a Gregorio Ordoñez a día de hoy. Y escuchar a su hijo. No todos los hijos tienen padres asesinados. Ni todos los padres hijos asesinados. Ni todos los maridos tienen mujeres asesinadas. Ni todas la mujeres tienen maridos asesinados.
Solo hay asesinos que no han entregado las armas y ASESINADOS. Sin haber una guerra.
Habrá que ir pensando en aplicar las mismas leyes a todos los asesinos. Así se acabarán los asesinatos. Todos. De cualquier tipo. Lo han dicho los psicólogos.
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