Un caso terrible con una madre que evidentemente obró bajo algún morbo o efecto anormal.

Pero, ¿de qué van a ser culpables los guardias?

Aquí es mucho más flagrante que tras una excarcelación abreviada o tras un permiso, u delincuente reincide, y nunca se ha culpabilizado a ningún juez.

Alguien permitió que la madre estuviese con el hijo, lo que parece lógico, ya que era presunta culpable de secuestro, no de agresión. ¿De qué van a ser culpables los guardias, que solo estaban custodiando por orden judicial a una secuestradora, no a una potencial parricida?
En todo caso, culpable el juez, que no ordenó la custodia y separación.

Ya está bien de buscar siempre en los guardias el chivo expiatorio y la cabeza de turco de todo.