Sin ton ni son, nada de eso.

Muchos políticos y adláteres son ricos. Muy ricos. Asquerosamente ricos. ¿No se han percatado aún sus señorías?

Hundir la sociedad española ha sido el negocio de unos cuantos por interés personal. En eso viene a traducirse en román paladino esta democracia prostituida por todos los demócratas.