Pues que la sociedad se acostumbre. Uno no puede andar condicionando sus actos a lo que a la gente (que además es muy diversa) le guste o no le guste. Es al revés, es esa gente la que tiene que aprender a respetar y aceptar lo que no les guste de los demás. Porque respetar lo que gusta es muy fácil, para eso vale cualquiera. Lo difícil es respetar y aceptar lo que a uno no le gusta pero es un derecho legítimo del otro. Y respetar y aceptar no es decir:
- No, si yo respeto la homosexualidad, pero limiten sus expresiones de afecto (y todo lo que indique que son homosexuales) al ámbito de lo privado, porque si yo lo veo me molesta.
Porque se le puede contestar:
- Ya, y a mi me molesta su cara de gilipollas y no le digo que salga a la calle con un pasamontañas.
En los años 50 causaba escándalo que un hombre y una mujer se besaran en público (en España, digo). Hoy daría risa que alguien se indignara en la calle por verlos besarse. Pues con las parejas homosexuales es igual. A base de hacerlo presente la sociedad se va acostumbrando. Pero sois vosotros los que tenéis que hacerlo, porque los demás podemos apoyaros, pero no podemos predicar con el ejemplo, jajaja
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