Unos más otros menos hemos coincidido con compañeros homosexuales. Uno de los que conocí era el alma de la Comandancia, con un carisma arrollador. En el lado opuesto otro que era un marronero y un desagradable, enfrentado practicamente a toda la unidad.
Conclusión los problemas, más que por la preferencia sexual, vienen provocados por la personalidad de cada uno. Luego se puede juntar todo, una personalidad diluida y unos compañeros de trabajo malintencionados, lo que puede convertir la situción en infernal, una bomba de relojeria.