La salida del director de El Mundo no ha sido motivada por razones políticas sino económicas. No lo ha destituído Rajoy sino el Consejo de Administración de la empresa propietaria del periódico. En todo caso lo que le ha pasado factura es la caída en las ventas, la pérdida de ingresos por publicidad y la fallida aventura en la TV digital.
Ahora PJ puede alegar que el quiere seguir de periodista el resto de su vida y renunciar a un buen dinero o aceptar el dinero, decir lo mismo, y dedicarse a otra cosa. Presiento que la opción principista de PJ está clara.
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