Hoy más que nunca, queridos Pedro J. y Casimiro, es necesario que los enemigos de la libertad sepan que EL MUNDO no puede ser reducido a silencio, ni objeto de compra y venta por traficantes de la verdad, que van listos quienes pretendan implicar a su gente en el amoral tejemaneje de la política práctica y que a su director y al resto de periodistas no se les puede vestir de marionetas o de títeres escribientes al dictado. El periodismo se basa en la independencia del poder político, del económico y de las propias tentaciones del poder, una convicción que lleva a establecer fronteras infranqueables. El buen periodista es quien dice no al poder, aquel que tiene el valor de ir a contracorriente de los que mandan.

En tu última carta como director deEL MUNDO te despedías de los lectores con el lema, aunque, en realidad, es una sentencia, que Décimo Junio Juvenal dicta en su sátira IV: Vitam impendere vero,…….


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lo dicho por Casimiro en la charla que el pasado 4 de febrero mantuvo con los lectores de EL MUNDO, cuando a la pregunta de ¿por qué te habían cesado? respondió que porque en los últimos tiempos el periódico había publicado informaciones muy comprometidas que afectaron a instituciones, partidos políticos, sindicatos, etcétera, y porque los poderes fácticos de este país no soportaban a un director como tú, a lo que se sumaba una situación financiera complicada del periódico.

http://www.elmundo.es/opinion/2014/0...74e8b4575.html



Extracto de la carta abierta de Gómez de Liaño a Pedro J. Ramírez.