A Pedro J. lo han podido cesar por mil causas distintas; unas, las que diga yo, otras, las que digan los demás, que son muchos. O sea, que al final, a Pedro J. lo han podido cesar por las mil causas que decía al principio, pero de la verdad verdadera posiblemente nunca nos enteremos. Podemos creer esto o aquello, pero la verdad de la verdad solo es patrimoniio de Pedro J. y posiblemente de nadie más.
Así que podemos dedicarnos a elucubrar, que puede que acertemos o puede que no.
O sea, que la verdad de la verdad, no tenemos ni **** idea de por qué lo han cesado, y posiblemente nunca la tengamos.
Marcadores