Pues puestos a prohibir, que prohiban directamente los carnavales, ya que éstos son principalmente gente ataviada estrafalariamente con los más diversos hábitos. Y tanto respeto merece el uniforme de un GC, como el de un albañil, como el de un operario del servicio de limpieza y, por tanto, si no hay disfraz ya me diréis dónde queda la fiesta del carnaval.