Ni se os ocurra. Después de leer al colega López me he decidido a hacerme una ensalada de geranios aderezada con hierbabuena, un poquito de hiedra y otro poco de romero. Para darle gusto he picado una cabeza de ajo y lo he juntado todo bien picadito. Todo en dosis pequeñas por eso de de que si no me paso no hace mal. Oye. ¡Qué colocón! He llegado a ver a todos los angelitos negros de Machín bailando la cumbia, y a mi suegra que me miraba amenazante con un cuchillo de abrir en canal a las ovejas. ¡Qué mal lo he pasao!
Luego cuando he empezado “a conocer”, la jefa me ha dado una bayeta, me ha puesto frente a los baldosines de la cocina, me ha enseñado eso de dar cera, pulir cera; y me ha dicho que si quiero un vasodilatador que me esmere en dejarlo todo limpio y me deje de gilipolleces.
Marcadores