Catedrática catalana de Derecho: “se está llevando a cabo un golpe de Estado”
Ya nos tiene acostumbrados al uso de equívocos conceptos, como el de ese mandato democrático, derivado por efecto del sistema electoral de una mayoría parlamentaria que no se corresponde con la mayoría social y esgrimido por doquier como paradigma de la justificación de lo que, en puridad, no es más que la versión líquida del antiguamente denominado golpe de estado, dirigido a sustituir espuriamente un régimen legítimo por lo que a una minoría le pueda convenir en un momento dado. (…) Ha insistido, el President de la Generalitat, en los agravios económicos que Madrid inflige a Cataluña.
(…) Resulta, francamente, irritante, que esto lo haga el representante de un Govern que pertenece a un partido y que encabeza un Govern en el que, él mismo y sus predecesores han estado expoliando a los catalanes y al resto de españoles, vía “tres per cent”, vía dilapidación y desvío de fondos hacia la instrumentalización del “procés”, vía tergiversación de las cuentas públicas, vía defraudación fiscal, vía instauración de la coerción sobre autoridades municipales para detraer irregularmente de las arcas locales la financiación de performances y demás manifestaciones y festivales reivindicativos o vía mantenimiento del que es el más alto nivel impositivo sobre las rentas del trabajo instaurado en toda España. ¿Les suena el “Espanya ens roba”? ¿Y el timo de las balanzas fiscales? (…) Lo que pretende el secesionismo que Puigdemont y los suyos representan no comporta una nueva “relación” sino una ruptura del sistema.
Ello ha quedado meridianamente claro en el borrador que se filtró, previamente a la Conferencia en el Ayuntamiento de Madrid, de la Ley de transitoriedad que, en secreto, está preparando el secesionismo. Mayor chapuza jurídica es inimaginable. De forma similar a lo que dispuso en su día la Ley Habilitante alemana de 1933, que permitió al nacionalsocialismo subvertir el régimen de Weimar sin derogarlo oficialmente, la Ley de Transitoriedad jurídica habilita falazmente a saltarse la Constitución, el Estatut de Autonomía de Cataluña y la legislación española. Pretende, esta ley, mediante el eufemismo del derecho a recibir una ”formación adecuada” [la “reeducación” a la que nos van a someter y que ya nos explicaron en l’Escola d’Estiu de Prada o en las conferencias del Director de la Escuela de Administración Pública], obligar a los funcionarios y a la ciudadanía en general, a cometer las más flagrantes ilegalidades bajo amenazas y sanciones. Dispone, también, la incautación de bienes estatales. Establece infantilmente la asunción de la “nacionalidad catalana” sin pérdida de la española, advirtiendo que se “iniciarán negociaciones” al respecto con el “Estado español”. Pretende amnistiar a todos los condenados por actuaciones ilegales en relación con el “procés”. Elimina la co-oficialidad de la lengua española en Cataluña.
Pretende otorgar, a la propia Constitución española o al Estatuto de Autonomía, rango de ley en lo que no se oponga a la nueva legalidad, lo cual es un disparate jurídico de monumental categoría, sin respeto de los principios de jerarquía y competencia, imposible de ser jurídicamente analizado por lo grosero de su articulación. En fin, esta Ley de transitoriedad, concebida con un antijurídico “valor constitucional”, pretende establecer la república catalana como un Estado que presupone inserto en la Unión Europea, sin tener en cuenta que ello es jurídicamente imposible y así ha sido formalmente declarado por las autoridades competentes en el seno de la Unión.
https://www.dolcacatalunya.com/2017/...-golpe-estado/
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