La "consulta" por el mero hecho de llegar a plantearla, es en sí misma una abominación. Es lo mismo que si en una familia se hace una consulta sobre la conveniencia de mandar los hijos a la inclusa, (hecho que por cierto hizo Rousseau con sus hijos y se pretende pasar en la historia por buen tipo) el mero hecho de llegar a considerar la pregunta es ya una perversión y un motivo de falta de confianza y credibilidad en el sistema. Lo malo es cuando llega la situación social en que las perversiones no se ven como lo que son, sino que parecen cosa sana y natural, lo que demuestra el estado de postración de una sociedad enferma, y esto que nosotros tenemos es sin duda alguna una sociedad bastante enferma, absolutamente carente de sostenibilidad e inviable. Por lo tanto, las perversiones que dan lugar a una consulta de esa índole, ya no se arreglan con el resultado de esa consulta. Además ¿sería una consulta definitiva o habrá que hacerla por periodos? Cuando se medita en todo esto y lo mal socios que son algunas regiones con el resto, se pierde totalmente la confianza en el futuro del país.
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