Buceadores del GEAS de la Guardia Civil de Valdemoro condecorados en Emiratos Árabes Unidos





Valdemoro, 10 de Mayo del 2012.- Sí, nada menos que diez buzos acudieron en la noche del lunes a la Residencia del embajador de España en Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos, EAU). Que no cunda el pánico. A pesar de la crisis económica por la que atravesamos, la embajada aún permanece a flote. Y aunque el país anfitrión haya anunciado la construcción del primer hotel subacuático del mundo, tampoco el nuevo jefe de misión, José Eugenio Salarich, se está planteando trasladar la sede diplomática bajo el agua. Al menos, de momento.






El embajador ofrecía una cena a un equipo del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil que ha sido condecorado por las autoridades de Emiratos. Los diez agentes recibieron este miércoles la medalla SAR (Search And Rescue, búsqueda y rescate) por su participación en el dispositivo internacional que recuperó el cadáver del jeque Ahmed, un hermano del presidente de la federación de EAU, en un pantano de Marruecos.

A finales de marzo de 2010, Ahmed bin Zayed al Nahyan estaba haciendo prácticas con un ultraligero que acababa de adquirir cuando uno de los mandos se encasquilló y el aparato se estrelló contra las aguas del Sidi Mohamed Ben Abdala, al sureste de Rabat. El instructor de vuelo que le acompañaba, el español Julio López, pudo ser rescatado por su ayudante que se lanzó al pantano desde la orilla, pero aunque el piloto soltó el cinturón de seguridad de su alumno, el impacto había sido fatal y el aparato le arrastró. El jeque, de 41 años, dirigía la Autoridad de Inversiones de Abu Dhabi, el fondo soberano de ese emirato, y estaba considerado el 27º hombre más poderoso del mundo por la revista Forbes. Enseguida se puso en marcha una operación internacional para recuperar su cuerpo.

GEAS de la Guardia Civil:

“Eran las seis y media de la tarde del viernes anterior a la Semana Santa cuando recibí una llamada preguntándome si podíamos hacer algo. La mayoría del equipo tenía planes para salir con la familia. No obstante, les llamé y a las once y media ya estábamos preparando el material y el plan de trabajo”, recuerda el teniente coronel Santiago Almeida, jefe de la Unidad de Actividades Subacuáticas. A las tres y media de la madrugada, les dio dos horas de descanso, tras las cuales salían de Torrejón en un avión militar con destino a Rabat. Apenas doce horas después, hacían la primera inmersión en el pantano, según relata orgulloso el oficial de la Guardia Civil.

El equipo español se unió a los marroquíes (“tenían pocos medios”) y a los franceses. Más tarde, llegarían estadounidenses y griegos. En total, 225 personas, incluidos un centenar de buzos y cuatro médicos de emergencias, participaron en la operación. Pero fue el teniente coronel Almeida el encargado de coordinar la búsqueda. “Dividí el pantano, mitad para los franceses y mitad para nosotros, y así empezamos a trabajar”, cuenta sin ocultar que hubo alguna tensión porque a los oficiales emiratíes que habían acudido para ocuparse del asunto les urgía obtener resultados cuanto antes.

“Las prisas son malas en este trabajo”, señala el guardia civil. “El agua era chocolate. Estábamos buceando a cuarenta metros de profundidad y no veíamos los aparatos de medición”, describe para explicar las difíciles condiciones en las que trabajaron.

El esfuerzo y la meticulosidad de los GEAS dieron resultado. Al cuarto día se encontró el cadáver. “En la zona francesa, justo al lado de donde habíamos marcado la línea divisoria entre los dos equipos”, explica Almeida que en ese momento se hallaba junto al lugar, en el barco desde el que coordinaba la búsqueda.

Las autoridades de Abu Dhabi han querido agradecer aquel esfuerzo condecorando al equipo multinacional de buzos que contribuyó a recuperar el cadáver del jeque Ahmed. A la medalla que este miércoles les impuso el ministro del Interior, el jeque Saif, también hermano del fallecido, le acompañaba una dotación económica de 4.000 euros por persona, a la que los guardias civiles han renunciado.

“La mejor recompensa es el agradecimiento de los emiratíes. Sólo cumplimos con nuestro deber”, justifica Almeida, que también ha participado con sus hombres en la búsqueda (hasta ahora fallida) del cuerpo de Marta del Castillo. Y ese agradecimiento lo han percibido en la calurosa hospitalidad de sus anfitriones que han aprovechado el viaje para mostrarles los principales hitos turísticos tanto de Abu Dhabi como de Dubái, incluida la visita al edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa, y la que suscitaba más interés entre algunos miembros del equipo, el parque de atracciones Ferrari World.

Pero ni siquiera su espectacular montaña rusa, la más rápida del mundo ya que alcanza los 240 kilómetros por hora, va a causarles tanta impresión como los 14 radares que hizo saltar el coche oficial que les recogió en el aeropuerto de Dubái durante el trayecto hasta Abu Dhabi. Y eso que en este emirato la velocidad está limitada a 140 kilómetros por hora. No se lo cuenten a sus compañeros de Tráfico.
http://www.valde-moro.com/otrosmedios/2012/mayo/005.htm