Pues en general no está mal que de vez en cuando salgan algunas teorías de estas. Se lo enseñas a la jefa, la acojonas un poco, y de paso a ver si hay suerte y te deja cambiar de buga o comprarte ese capricho que dice siempre ser una tontería y , también siempre, te quedas con las ganas de llegar a tenerlo antes de entregar el petate.
Además, si afinas un poco la quitas las ganas de esa reforma apocalíptica que tiene pensado hacer. Total, si ya no va a poder disfrutarla, mejor gastarlo en algo más tangible.
Y si cuela....cuela.