Yo, después de comprobar las bondades de doña Ana Pastor me siento un poco más malo, algo más faccioso si caben decir sus señorías del foro. Después de ayudar a damnificados por los tsunamis, inundaciones, a personas que tienen alguna enfermedad, yonkis para comprarse hasta la metadona y ayudar a ese abuelete a cruzar la calle, al escuchar a doña Ana. . . me quedé sin palabras.
Yo no lo niego, nunca he alojado a ningún emigrante en mi casa y tampoco sabría decir el motivo, quizás porque porque la localidad de mi trabajo no es Ceuta y no se ven o tal vez porque no hemos coincidido.
Pero abogo por quitar a los compañeros de una vez de la frontera y que el gobierno del barbas mande a las chicas de la Cruz Roja a recibir a los que intentan pasar la frontera. Abogo porque cada español les ofrezca su casa. Abogo porque cada español que trabaja, se despida y ofrezca al empresario que su lugar sea ocupado por algún senegales o mauritano. Estas premisas seguro que son aceptadas por doña Ana Pastor. Seguro que entre las mujeres senegalesas que esperan pasar la frontera, hay alguna que domina los medios de comunicación como ella misma . . . y que inmenso placer ver como la señora Pastor deja su puesto de trabajo como la buena samaritana que es, para que sea ocupado por una inmigrante tan necesitada más económicamente que ella, es más, seguro que lo ocupa de muy buena gana ganando mucho menos que ella.
Yo estoy a favor que el ser humano busque alternativas al hambre y otras necesidades . . . pero también opino que España no está en estos momentos para caridades. Muchos españoles jóvenes emigran a otros países para trabajar . . . la diferencia entre esa inmigración y la que nos viene es que los españoles van ya con el puesto de trabajo encontrado en la mayoría de las veces.
No me gustan las personas que mienten para intentar hacer creer al prójimo que es mejor que el . . . prójimo. En el caso de la entrevista, me quedo con la entrevistada que dijo SUS verdades . . . la señora Pastor, con sus mezquindades.
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