A veces hablamos tanto y tanto que no se nos entiende, a unos y otros.

Uno nace como nace. Alto o bajo. Con pelo rubio o moreno. Ojos azules, verdes, castaños . . con los años se van adquiriendo unas ideas políticas que pueden o no pueden gustar a los demás, pero van en el alma de cada persona. Tejero, los Tejero, tienen las suyas y nosotros las nuestras que pueden ser las suyas o no. Por esas ideas, el hoy abuelo Tejero se vio como actor principal en un intento de golpe de estado, golpe que por una mayoría de españoles fue condenado y fue a la cárcel. Efectivamente él pagó por sus actos con ese tiempo en la cárcel y nadie tiene derecho a intentar convencerlo que cambie sus ideas si no lo ha hecho.
En cambio su hijo es un militar, teniente coronel de la Guardia Civil en activo. Utiliza un cuartel perteneciente al Cuerpo para comer con su padre y un capitán que participó en el golpe de estado, la comida, una simple paella . . . eso si, cocinada por compañeros de más o menos buena o mala gana.

Hasta ahí todo parece normal, pero no lo es. Mañana yo, invito a comer al cuartel al violador del ensanche y que venga acompañado de otro más o menos delincuente y que uno de ellos podría ser mi pariente . . . utilizo a los compañeros para que hagan la paella y encima, no pido permiso al inmediato superior que podría ser el teniente coronel Tejero hijo ¿ que me haría el hijo teniente coronel del abuelo ex-teniente coronel? . . . dejo la contestación de mi pregunta a quienes defienden unas ideas . . . . y a los que sin defenderlas, defienden esa comida de hermandad.