Mira. Alguien dijo una vez que la política es el arte de hacer posible lo que en circunstancias normales resultaría imposible; y a las pruebas me remito que esta definición se cumple.
La corrupción está presente en todos los niveles de la sociedad; y más aun en un país como España en que siempre hemos estado huérfanos de justicia social. Hoy nos llama la atención y nos escandaliza comprobar cómo nuestros políticos nos han engañado una y otra vez y se han aprovechado indecentemente de las prebendas que con nuestros votos les hemos dado; pero no hace falta ser mal pensados y cucos para saber que esto ha ocurrido, ocurre y ocurrirá siempre que alguien tenga ciertas cotas de poder. Es algo intrínseco a ser humano. ¿Piensas que los que vengan no llegarán a caer, antes o después en los mismos hechos? Por muchos mecanismos burocráticos que pongan y por muchas pamemas que nos cuenten volverá a ocurrir. Solo espero que ese tipo de actitudes se reprima y quede reducida a su mínima expresión, pero nada más. Por otro lado hay que ser honrados y admitir que la corrupción está incrustada en todos los niveles sociales. También hay corrupción entre los mismos que se rasgan las vestiduras ahora y critican a los corruptos. Cada cual que haga autocrítica y se mire a sí mismo en un espejo. Debemos dejar de ser hipócritas y engañarnos a nosotros mismos.
Nos falta cultura social y política; además las circunstancias sociales nos han alejado de normas de convivencia imprescindibles y han promovido como correcto aquello que nos ha llevado al individualismo, al egoísmo, a la vagancia, y a dar por bueno que son los demás los culpables y los que deben sacarnos las castañas del fuego. Se ha creado una sociedad estancada en premisas falsas pero a la que se le ha dicho aquello que le gusta escuchar, pero ocultando la realidad. Se han formado generaciones enteras de “votantes”, que no de ciudadanos, y de lo que es más sangrante: de españoles.
Ahora la solución es difícil porque la conformación mental del español está manipulada en un sentido. Criticamos el sistema actual pero buscamos soluciones en radicalizaciones que ya tienen antecedentes conocidos…pero lo ignoramos. Caemos en la misma trampa. No pensamos y buscamos el sentido común. Aceptamos “lo que nos dicen” y simplemente esperamos que “otros” solucionen nuestros problemas.
Así es muy fácil. Sí me solucionan mi problema particular serán cojonudos….hasta que dejen de serlo o, mirando por el bien general, me vea afectado en el particular. Entonces dejarán de ser cojonudos y podré convertirlos en culpables de mi propia estupidez.
Por nuestra propia incultura, solemos convertir en ídolos a aquellos que tienen dialéctica y saben “vendernos la moto”; sin pararnos a pensar que no son más ni menos que cualquiera de nosotros; salvo que ese es su trabajo, y tratan de asegurarse la vida con nuestras voluntades y nuestra incapacidad. Simples intermediarios entre nuestras aspiraciones y las suyas.
Por lo menos así lo veo y analizo yo ( qué no soy distinto al resto de compatriotas…aunque un poco más escéptico que la mayoría)
Espero que estés bien. Por estos andurriales bien a pesar de la que está cayendo.
Un saludo.
Marcadores