Voy a pensar en voz alta sobre el tema.
Para mí el origen de esto está en la fractura social que comienza con la guerra de la Independencia.
Todos sabemos más o menos como fue aquello, pero de lo que casi nunca se habla o se comenta, es de las ideas nuevas que entraron en España de mano de los invasores franceses. Eran dos mundos enfrentados. Por un lado una sociedad tradicional anclada en una monarquía absoluta, y por otro lado las libertades que se extendían por Europa y que nacieron con la Revolución Francesa.
Si nos paramos a pensar ninguna era mejor que la otra. Dos ideas sociales distintas que tenían sus partes buenas y sus partes malas. Quizás habría que haberlas sabido adaptar a la idiosincrasia de dos pueblos diferentes ( lo que puede servir para un francés de la Normandía, seguramente que no sirva para un hijo de Andalucía) pero que en nuestro suelo chocaron frontalmente porque estaba en juego el poder social en una España que se aferraba a un inmenso imperio que por aquellas fechas empezaba a desmoronarse ( algunos de los líderes históricos sudamericanos lucharon en nuestra guerra de la Independencia).
A partir de esas fechas se crean dos Españas distintas que terminan matándose entre ellas; y no hay que olvidar que una guerra entre hermanos nunca se acaba.
Tres catástrofes sociales se sucedieron una detrás de otra, y curiosamente con mayor incidencia en los territorios que hoy son más conflictivos. Las tres guerras carlistas, junto con el derrumbe colonial terminaron de abonar con la semilla del resentimiento y del odio el solar español; y lo que también tiene una importancia capital para tiempos posteriores, sumieron a España en la más terrible de las pobrezas ( lo de hoy no es nada) coincidiendo con un cambio estructural en la sociedad europea: el nacimiento de la revolución industrial. Ya Europa no es eminentemente un mundo rural y de comerciantes; ahora nace una clase social que vive en las grandes ciudades, y lo que es determinante: vive del sueldo que genera el trabajar para otros. Nace el concepto del obrero y del patrono, motor conceptual que nos llevará al mundo actual.
En España en particular hay otro factor que determina la anchura del abismo: La Iglesia. El catolicismo español ya estaba desfasado en sus conceptos; quizás un cristianismo más europeo hubiese evitado muchos males; pero aquí se quedó estancado y supuso un lastre muy importante; ya que, unido a su rancia evolución, se sumó lo único que podía ser útil en nuestra sociedad: la pérdida de credibilidad en sus postulados de raíz, que de conservarlos, muy posiblemente hubieran servido de bálsamo social por tener un punto de encuentro en común en las dos maneras distintas de sociedad.
Bajo todo este tinglado está el poderoso caballero don dinero y el medio para hacerse con él. El poder político y social.
El resto ya es conocido y habría que analizarlo desde el punto de vista sicológico: la movilización de las masas, la manipulación de las ideas mediante la palabra, la incidencia de las comunicaciones en la creación de conciencia social, la utilización y aceptación de la mentira, e incluso de la violencia para la obtención de los objetivos, etc.
¿Cómo solucionamos esto? Pues creo que con todo ese peso histórico-social en la chepa es prácticamente imposible; a no ser que se produzca una revolución, que como todas las que ha sido efectivas, lleva implícito la violencia, la injusticia, el ajuste de cuentas, y al final, también como siempre, el simple cambio de amo.
Creo que la única solución en estos casos es realizar la cura desde dentro hacia afuera, como cuando curamos una herida lavándola y desinfectándola diariamente, poco a poco, con paciencia; empleando el método más antiguo en el progreso humano: acción / reacción ; desestimando aquello que ha demostrado ser incorrecto e inútil y cambiándolo. Aceptando y dando por bueno aquello que siempre nos ha servido y ha demostrado que funciona; solo realizando los ajustes mínimos e imprescindibles para adaptarlo a los nuevos tiempos. Pero nada funcionará si seguimos sin tener un objetivo común y un sentimiento de unidad como conjunto social.
En fin. Esto es la hostia y falta cultura en España para pensar como españoles. Sobran odios y envidias y falta humildad. Creo que somos descendientes directos del Cain aquél que fue capaz de matar a estacazos a su hermano.
Ya no me enrollo más que esto es muy canso.
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