La típica anécdota de caimán. Yo te puedo contar otras.A tocarse los cataplines, yo tuve un Oficial en Tráfico , de cuyo nombre no quiero acordarme, que cayendo una lluvia torrencial y refugiados en unos árboles, nos decía que a patrullar , el en coche oficial, bajaba la ventanilla un par de centímetros lo suficiente para meter la papeleta y firmar.
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