Antiespañoles

[Belixario]

Recuerdo como, hace ya unos años, me toco asistir por trabajo a la primer corrida taurina. Tuve la oportunidad de ver muy de cerca el espectáculo, concretamente desde la barrera, junto a los veterinarios, con los que pude debatir largo y tendido sobre muchos aspectos de aquel mundo. La sensación que me quedo fue triste, un animal noble que desea vivir hasta cuando vomita profusamente su sangre sobre el albero y no hay vuelta atrás. Sin tener ninguna idea preconcebida del tema tengo que reconocer que no me gusto, no vi la belleza en aquello. Lo que se me quedo clavado fue la mirada del animal, vacía y resignada cuando lo apuntillaban en la plaza.

A día de hoy, siempre que puedo, evito ese tipo de servicios.

Un saludo.