Desde un tiempo hasta hace dos meses un conocido fumaba como el que mas cambiando de tabaco lo que se le acercaba, bien hasta que ese día un infarto le avisa na COSTA DE MORTE, tubo la suerte de tener la ayuda necesitada con la máxima urgencia de una ambulancia medicamentizada, lo salvaron en el Juan Canalejo, le dieron el alta y que aviso mas fructífero se le acabaron las ganas de fumar mas, dice hay que vivirlo para echar la culpa a algo. Otro dos tres paquetes diarios de ducados tengo que quitarme, le decíamos quítate ya pero nada hasta que un día; métete el paquete y el encendedor en una bolsa dura de plástico envasada al vacío donde para tener alcance al cigarrillo tengas que morder la bolsa y esta sea difícil de romper y te darás cuenta que por algo esta allí metida y la volverás a guardar en el bolsillo; así anduvo con la bolsa esta toda mordida pero no llegó a sacar ningún cigarrillo sólo una vez pidió prestado muy a pesar y no le supo nada lo tiró antes de la mitad. A día de hoy después de ocho años sigue su paquete de tabaco metido en la bolsa mordida encima de la mesita de noche y que nadie se lo tire es su recuerdo, también llevaba pastillas pero sólo chupó tres por que eran una mierda decía. Las arrugas de la cara al mirarse al espejo parecen que le desaparecieron al dejar de fumar y creo que es verdad. Yo opino que el tabaco es bueno pero que lo fume cristo el saborealotodo.
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