¿Qué? Un día malo. ¿Un berrinche profesional? Bueno hombre; eso le pasa a cualquiera.
Has dado unas pinceladas describiendo una parte de la fauna actual, pero te has dejado, por lo menos , a la otra mitad. Y esa mitad también cuenta.
Son las cosas que tienen estos tipos de trabajo. Es una especie de peaje que hay que pagar por ganarse la vida de esa forma. Ten por cuenta que eso de decir a los demás que han hecho algo mal, poner pegas, imponer algo en contra de la santa voluntad de los demás, nunca es bien visto por el sujeto paciente. Incluso, y como está demostrado en este foro, ocurre lo mismo en las relaciones interprofesionales. El jefe manda y lo guardias lo ponen a parir. Es así y siempre lo ha sido. Pero por eso no hay que cabrearse. Una parte importante de cualquier profesional es saber digerir y asumir lo malo de la profesión; y en estas profesiones se suele alternar lo bueno con lo malo, los éxitos con los fracasos.
Hay días en que te vas a casa cansado pero satisfecho. Las cosas han salido bien y encima se ha sacado a alguien de un apuro; pero también hay días que es mejor no levantarse. Todo sale al revés de como queremos y encima nos llevamos un chorreo de aquellos a quienes servimos.
Lo que debemos intentar es sacar la parte positiva de las malas experiencias. Aprender para enseñar y no dejar que “los fantasmas” nos coman el tarro.
Cada persona es un mundo y se arrastra lo bueno y lo malo a lo largo de toda la vida. Solo hay que tratar de ser humilde en aquello que somos capaces de dominar y no dejarse arrastrar por aquello que nos parece insuperable. El ser un buen profesional lleva su tiempo y en el aprendizaje se lleva uno muchos revolcones; pero lo importante es saber ponerse en pie cada vez que se cae, sacudirse el polvo, mirar a “la piedra” con la que has tropezado, y decir: está vez me has pillado; pero la próxima será más difícil que me pilles en bragas.
Lo normal es que con el tiempo se consiga; aunque cuando ya dominas tu profesión suele quedar poco tiempo para que te arrinconen. Y a esas alturas ya da igual que el sol salga por la parte de Valencia o que salga por Badajoz.
Vista, suerte….y al toro.
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