«Et bene discedens dicet placideque quiescas, terraque securae sit super ossa levis» («y marchándose dirá: que descanses bien y con tranquilidad, y que la tierra te sea ligera sobre los huesos, bien resguardada», compañero.
Todos tenemos nuestros demonios internos, por ello es preciso el ayudarnos al detectar cualquier comportamiento que pueda terminar en esta desgracia.-
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