Por veteranos como usted digo con orgullo que tuve grandes maestros. Desde pepinillo tuve la imagen del "caimán" que usted predica. La noble, honrada y sacrificada y que además tenían cojones y estilo para replicar al mando. Desde luego no la del que se enorgullece de dejar que curren por él los "flipaos"
Otro cordial saludo
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