La gente esta muy cansada, ya no ve ni "colores" ve mangantes por todos lados y claro, eso va a pasar factura y las próximas elecciones van a llegar muchas sorpresas.

Esto ha llegado a un punto en el que ya no nos asombramos de nada y seguimos con las instituciones plagadas de imputados e incluso condenados.

Hay una tolerancia enfermiza con la corrupción.

Pobre España.