No me parece nada raro ni absurdo. En cualquier comunidad de propietarios, si un vecino pasea a su perro por las zonas comunes, lo normal es que el presidente le llame la atención. En la mía, para más inri, no solo están prohibidos los perros, sino que los niños jueguen al balón o monten en bicicleta. Me parece que siempre nos la cogemos con papel de fumar cuando se trata de un asunto de la GC, cuando la situación que describes es de lo más lógico.
Marcadores