Vaya querido amigo…..una buena historia del uso y del abuso de unas escaleras mecánicas.

No entiendo eso de que haya que situarse de soslayo en una escalera que según su uso es para bajar de forma mecánica…..es lo que ocurre cuando se cede al interés de uno, que la mayoría pierde su derecho a bajar de forma segura, pues un empujón con esas prisas, puede dar con los morros sobre el duro metal.


Del segundo encuentro con el “amable”, es total……nada como esperar el momento y la ocasión para devolverle el boomerang.


La mala educación y la falta de urbanidad es bien patente en todos los medios de transporte, un gesto habitual es ver a algunos como ponen sus pies sobre los asientos para estar “cómodos” en el trayecto….ante la violencia verbal por respuesta, pocos se atreven a decirle en voz alta su falta de urbanidad.