No sé. Admirar a un español en España….un poco difícil en una nación en la que la envidia es uno de los pecados capitales que más se practican. En un sitio, en que tenemos aceptado dentro del idioma expresiones tales como: ¡hay que reconocer ( o hay que admitir) que fulano es estupendo! Ese “reconocer” lleva explícito el que nos cuesta admitirlo.
También hay en esto que has contado otra curiosidad digna de comentar. Es que este señor era un médico militar. En una sociedad en que los portadores de uniforme se identifican por los tontos y los tarugos de siempre con el fascismo ( como si la izquierda no fuese militarista o explotase en su beneficio el sistema policial), el constatar la categoría profesional y científica de los médicos militares cuesta bastante.
Pocos saben que D. Santiago Ramón y Cajal también fue médico militar, o que los únicos representantes españoles durante la guerra del Vietnam fuesen médicos españoles; médicos que dejaron su impronta en tan lejanas tierras y que fueron de los pocos respetados por la guerrilla al no discriminar en sus cuidados ni a tirios ni a troyanos. Y si hablamos de un tal Balmis y su expedición que salvó la vida a miles de niños con la vacuna de la viruela, ese ya ni nos suena.
En fin; bonito el tema y bonito el reconocimiento que le has dedicado.![]()
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