Leo a alguno de los participantes en el hilo y sinceramente siento escalofríos. Lo que más me llama la atención es el enorme sentimiento de egoísmo del que algunos hacen gala, y en general la falta de cultura política.
Puede que sean cosas de la edad y el desconocimiento total de lo que suponen los radicalismos en estas cuestiones. También puede ser que algunos post sean intencionados y estén encuadrados dentro de una estrategia de grupo muy habitual en la izquierda radical.
Da igual. Si queréis saber lo bueno que puede ser este sistema, a pesar de las deficiencias que tiene y que sin duda hay que rectificar, solo hay que votar y dar el poder a aquellos que simplemente dicen aquello que la gente le gusta oír. Eso tiene un nombre y es conocido en el juego politco desde que alguien quiso comer el tarro al personal y hacerse con el poder. Se llama demagogia; y es más peligrosa que las mentiras.
Pero allá cada uno.