Los líderes de las comunidades musulmanas de occidente y sus "feligreses" condenan estos actos con lo boca muuuuuuyy pequeña. Se cagan de miedo con sus hermanos fundamentalistas. Saben que si abren la boca para criticar abiertamente en su comunidad estos actos terroristas, pueden tener problemas y alguien podría irse de la lengua.
En el fondo, muchos de ellos se alegran de que estos desgraciados sacudan a los infieles cristianos y judíos. Son gente que, por lo general, no se integran a vivir en occidente (excepto para recibir ayudas y subvenciones, para eso si son muy occidentales). Viven en comunidades muy cerradas, no se relacionan apenas con el resto de la población. . . . . . por no hablar de muchas otras peculiaridades.
Mucha gente me tachará de racista por decir esto, pero es la puñetera realidad. Políticamente incorrecto, si, pero es la realidad.