Todo lo dicho lo encuentro correcto… con ciertas salvedades. Me explico: No hay que ser un lince para darse cuenta que, ante la situación de escándalos, corrupciones y corruptelas de todo tipo, se ha creado lo que podríamos definir como “una corriente de opinión”. Esta “corriente”, como casi todo en España, cala con facilidad en la opinión pública. Opinión que está más que demostrado, nunca ha sido pública, sino más bien “publicada” y dirigida. No sé si con este juego de términos y eufemismos consigo explicarme.
Aquí, ahora y antes, nunca pensamos por nosotros mismos. Siempre nos dejamos arrastrar por lo que otros ( los que estén en el candelero en esos momentos) digan y opinen. Luego hacemos nuestras esas ideas y opiniones y nos reafirmamos en lo expuesto como si fuese de cosecha propia. Es lo fácil y lo que socialmente se acepta sin peligros. Hay que pensar poco y de paso nos ofrecen soluciones que generalmente son fáciles y sin esfuerzos….¡cojonudo!
Todo lo anteriormente expuesto sirve de palanca para determinados grupos o grupúsculos políticos que encuentran su ganancia de pescadores en el rio revuelto que socialmente se forma y popularmente se acepta. Posteriormente solo queda aliñar “el anzuelo” con lo fácil y con lo que gusta escuchar; es decir populismo y demagogia.
No nos diferenciamos muchos los llamados adultos de los chicuelos. Si a un muchacho le das la alternativa por un lado de primero merendar, luego hacer los deberes y repasar, y lo último salir a jugar; y por otro coger la merienda, dejar los deberes para cuando quiera, y salir a brincar; el chico no lo duda…se larga dando brincos y encima no merienda. Pues así nos pasa a los españoles respecto a la política. Luego a fin de curso…nos quejamos y nos llevamos el disgusto.
Esto en lo que se refiere a la idea lanzada de “romper el bipartidismo” como única solución; que es UNA, pero no la única.
Luego podríamos recapacitar y llegar a pensar, que si aceptamos y estamos convencidos de que “el poder corrompe”; pues aplicando la regla de tres simple y directa tendremos que aceptar que consecuentemente también terminaran contaminados los nuevos “salvadores de la democracia”….¿o unos ´si y otros son incorruptos a modo de santos? Es decir, que para un servidor, la solución no está en el cambio de chaqueta en función de la temporada. El cáncer está en el sistema que lleva a esos políticos al poder; y sobre todo, y aunque cueste admitirlo, en quienes los llevamos al poder. El problema de España somos los españoles.
Tengo que irme. Podría seguir dándole vueltas al asunto, pero la dictadura conyugal me lo impide. Quizás mañana sigamos” hablando del gobierno”
PD.
Las torrijas cojonudas. Esta vez las han puesto sabor de naranja (que no me gusta) pero debo admitir que estaban buenas y solo me he zampado una….docena.
Saludos.