No entiendo de verdad porque ni la iglesia ni el Vaticano no se ha pronunciado nunca contra esto o contra las matanzas indiscriminadas de cristianos.


El secuestro, violación y forzada conversión al islam de jóvenes cristianas es una acto piadoso, según afirma un lider religioso paquistaní


Mariam Gill, fue secuestrada por un musulmán en el mercado de la ciudad de Kahota (Punjab). El padre y el hermano de la víctima denunciaron el hecho a la policía, que no intervino porque el delincuente es un “respetable hombre de negocios”. Un líder religioso local ha afirmado que el acto cometido por el “respetable mahometano” es acorde con la Sharía. Por su parte, el obispo de Islamabad, ha manifestado su preocupación por el alarmante aumento de mujeres (cristianas e hindúes) que son secuestradas y obligadas a convertirse a la de Mahoma.

Según informa AsiaNews.it, en pakistán otra joven cristiana ha sido secuestrada, violada, obligada a convertirse al islam y forzada a contraer matrimonio con su violador musulmán. Y como es habitual en estas situaciones la policía se ha negado a investigar el caso, y los clérigos muslimes han declarado la “santidad” del acto delictivo basándose en las enseñanzas del Mensajero de Alá.
Para el “prestigioso jurisconsulto” agareno Maulana Aziz Hafeez, dirigente “espiritual” de la zona, Muhammad Junail (el secuestrador de Mariam) “es un verdadero seguidor del profeta Mahoma”. Y ha añadido: “ Él ha cumplido con la Sharia. La conversión de un infiel es un acto piadoso. Sólo un verdadero musulmán puede hacer eso”. Que Junail sea un ejemplo de buen muslim, como afirma el “prestigioso”, nadie que haya leído el Corán y los hadices lo puede poner en duda.
Otro testimonio ilustrativo sobre el caso, es el de Amir Mirza, funcionario de policía de kahota que ha declarado: “Muhammad Junaid, es un respetable hombre de negocios. La joven, se convirtió al islam y se casó con él por su propia voluntad”.
Tras grandes presiones ejercidas por los defensores de los Derechos Humanos, las autoridades paquistaníes escucharon a la víctima, que afirmó ser su voluntad la de seguir siendo cristiana, por lo que fue devuelta a su familia, pese a las amenazas proferidas por el rico delincuente sarraceno Muhammad Junaid.

Un caso idéntico y muy reciente es el de la cristiana Farah Hatim, que sigue cautiva de su violador.

De minutodigital.com