Pues yo soy uno de esos que cada día son más tontos, porque sí me importa que unos tíos que han venido de allá arriba donde el sol sale a plazos , echaron a mis abuelos a tiros donde ellos y sus abuelos y los abuelos de sus abuelos hacían su vida. Sí que me importa que alguien llegue y me quite por la fuerza parte de lo que siempre ha formado parte de mis ancestros. Si a ti no te importa me es indiferente, respeto tu opinión aunque no la comparta, pero no por ello te llamo tonto. Y también me importa bastante que mis vecinos no tengan para comer y tengan que rebuscar en los cubos de basura. Me importa porque me importa la tierra donde vivo porque en ella han dejado su vida mis ancestros, me da de comer, quiero que en ella vivan lo mejor que puedan mis hijos, porque me entiendo perfectamente con mis vecinos y comparto con ellos las mismas vivencias. Me importa porque me gusta incluso que alguien me pueda llamar tonto en el mismo idioma y yo pueda contestarle y entendernos. Por todo eso me importa.
Aclaradas las posibilidades de estulticia, ahora paso a opinar ( si los listos me lo permiten) sobre las diferencias existentes entre distintos problemas históricos y de pertenencia territorial.
Evidentemente las ciudades españolas de Ceuta y Melilla ( junto con Canarias y Baleares) estás separadas del territorio físico de la península; pero cumplen las mismas circunstancias históricas que los archipiélagos. Cuando los romanos andaban a leches con nuestros tatarabuelos, ya se incluyó este territorio ( y bastante más) en una provincia incluida en Hispania ( creo que era la Mauritania Tingitana, o algo parecido) Creo que desde entonces ya hemos tenido muchísimas crisis y ha llovido bastante. Al mismo tiempo, lo que hoy conocemos como Marruecos ni siquiera existía. Todo era un conglomerado de tribus muy distintas entre ellas ( los Beni-Urriaguel, nada tienen que ver con los marroquís de Casablanca, por ejemplo) Son las circunstancias de la historia las que han dejado esas pequeñas ciudades españolas rodeadas del actual territorio marroquí ( menos por el mar ).
Caso distinto es el territorio del Peñón que siempre ha sido suelo español hasta que llegaron los hijos de la gran Bretaña ( no voy a explicar los porqués) y a garrotazos nos echaron y allí se quedaron (tampoco quiero hablar de lo que les indujo a hacerlo). Creo que las circunstancias son distintas, y por lo tanto distinto el problema.
Otro asunto distinto es la oportunidad o las circunstancias actuales para quitar o poner picas en estos territorios; pero llamar tontos a los que encontramos diferencias históricas constatables y demostrables, es como mínimo arriesgado y demuestra el escaso conocimiento de nuestra historia ( por eso estamos condenados a repetirla una y otra vez)
También es curiosa esa actitud tan de moda de considerarse “apátrida” y autoproclamarse “ciudadano del mundo” ¿De qué mundo? ¿ del de primera clase y lleno de prosperidad, donde se come , se bebe, y se puede combatir el frío o el calor? A ese nos apuntamos todos. Seguro qué si hubiera o hubiese que ejercer la “ciudadanía” en ese otro mundo de miserias, ya no lo ejerceríamos con tanta alegría y con tanto amor a la tierra. Y curiosamente también, suelen coincidir estos “libertarios territoriales” con aquellos que luego andan a la greña con el nacionalismo cateto regional en España, poniendo el grito en el cielo ante supuestos hechos diferenciadores susceptibles de crear diferencias étnicas y de todo tipo .
Para terminar de decir lo que pienso, solo me queda admitir que evidentemente hoy por hoy tenemos problemas más acuciantes en qué preocuparnos, pero no por ello voy a dejar a un lado la injusticia de la expropiación por la fuerza de un trocito de mi tierra y el anacronismo histórico que representa la presencia soberana inglesa en plena Andalucía a fecha de 17 de Mayo del 2012.