El policía utilizó el arma reglamentaria para matar a su socio

El informe de balística de la Policía Científica confirma que la escolta de la Delegación del Gobierno uso su pistola.

Cristian Carrasco Martín, el policía nacional de 26 años que fue detenido el sábado como presunto autor de la muerte de su socio, Iván Martínez, de 21, utilizó su arma reglamentaria para el crimen. Así lo han corroborado las pruebas de balística a las que la Brigada Científica ha sometido tanto a los casquillos del calibre 9 milímetros recogidos en el escenario del crimen como a la pistola utilizada por el agente. Un arma, además, que llevaba consigo en el momento de su arresto, en una residencia de estudiantes de la ciudad de Salamanca, de la que era oriundo.

Según han precisado a ABC fuentes de la investigación, Carrasco no se encontraba de baja laboral en el momento en que protagonizó los hechos, el pasado jueves; si bien sí lo había estado en meses anteriores, aunque no por causas psiquiátricas. Es decir, que no fue preceptiva entonces la retirada de su placa de policía ni de su arma de fuego de trabajo, indicaron las mismas fuentes.

Como ha venido informando este periódico, Cristian Carrasco, hijo de un inspector de policía, estuvo destinado como patrullero en la comisaría del distrito de Ciudad Lineal. Allí ya dio ciertos problemas a sus superiores más inmediatos, por su «dejadez» de responsabilidades. Nadie, de cualquier modo, podía sospechar que llegaría a extremos tan graves como cometer un homicidio.

Luego, pasó a la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, concretamente a la Unidad de Protección, como escolta estática en la Delegación del Gobierno en Madrid, situada en la calle de Miguel Ángel, 25.


Vecino del barrio de Hortaleza, fue precisamente en esa zona de la capital donde trabó cierta amistad con Iván Martínez, hijo de un policía municipal del distrito, apodado «El Coletas». La amistad entre ambos, según sus conocidos, comenzó a convertirse en una obsesión para Cristian, que llegó a grabarse con un punzón en un brazo las iniciales «CH» («Coletas Hermano»), según su entorno.
«Le puse un bar y encima no me lo supo agradecer», confesó Cristian a los agentes de Homicidios de Madrid tras su detención. La intención de Iván de abandonar el negocio conjunto pudo ser la clave del siniestro crimen.

http://www.abc.es/madrid/20140820/ab...408192110.html