Su propia “policía” religiosa está extendida por numerosos pueblos y ciudades. Vigilan a los suyos para que no “adopten” las costumbres de los cristianos, todas malas para su religión. Las consecuencias de ser “pillado” son de índole…castigo corporal….y amonestación para volver expiando su culpa a ser admitido en su colectivo…..algo que no pueden denunciar, so pena mayor.

Eso ya hace tiempo que está pasando aquí, solo que no se denuncia, solo se silencia.


Muy pocas noticias trascienden, algunas como palizas a mujeres por querer quitarse el velo, o huidas de chicas muy jóvenes que se niegan a casarse con el marido impuesto por la familia.


Los musulmanes no adoptan las normas y costumbres del país anfitrión, si este no es musulmán, imponen las suyas.