No sé, pero aquí hay cosas que no mecuadran.
Entiendo que la proposición de unpremio ( la medalla famosa) la realiza una persona que tiene a sumando a un determinado número de subordinados. Este señor, enfunción de aquellos premios que pueda demandar, evaluará enconciencia quien tiene más méritos para concedérselos, y tendráque hacer esa relación de méritos y proponer a quien él considere( siempre se corre el humano riesgo de equivocarse)
Posteriormente no es quien pide elpremio quien lo concede, si no mandos superiores encargados deevaluar este tipo de recompensas.
Normalmente la proposición de unarecompensa no se comunica a los cuatro vientos ni al interesado, yaque se corre el riesgo de quedarse todo en aguas de borrajas; asíque me suena raro el que otra persona distinta a la propuesta laconozca y se queje.


También encuentro cosas raras en laintervención. Sin tratar de juzgar el merecimiento o desmerecimientodel señor que ha sido propuesto, no considero honrado el que otrapersona sea capaz por sí misma de decir publicamente que yo sí lomerezco y ese otro no; y más aun cuando ninguno de los que opinamossabemos nada de las obras y milagros de estos señores en cuestión.Habría que ver y conocer las circunstancias particulares para emitirun juicio medianamente justo ( cuantos profesionales hay que hacenperfectamente su trabajo y pasan toda la vida desapercibidos y nadieles premia).


También es cierto que hay casos en quelas “afinidades” entre mandos y determinados subordinados dan piea arbitrariedades bochornosas; tantas como las que se dan entreiguales y crean discriminación y humillación a otros compañeros.


Otra de las “particularidades” quese suelen dar en esto de los premios, es el famoso “¿ y ahora aquien le toca?”, apreciación qué, quizás tratando de serdemocrática, la considero injusta y equivocada.


Como opinión personal, considero nomerecedor de ningún premio a aquellos que se autoconsideranmerecedores y lo hacen publico.


Había un libro muy curioso que setitulaba “El español y los siete pecados capitales” y estascosas salían reflejadas.

PD. Supongo que dándosela o no, la medalla no será falsa como aquellos duros antiguos que en Cádiz tanto dieron de hablar.