Bueno, ahora entro yo ( ayer no pude)-

En primer lugar, que tras la explicación esa de como drogan o tranquilizan a los toros de lidia, el entumecimiento, el estress al ver a la gente, etc, pues decir que queda de manifiesto el como se humaniza a los animales y encima se inventan cosas que de conocerse como son en realidad no se dirían. Lo malo es que mucha gente queda convencida, y a base de repetirlas, las mentiras se convierten en verdades.

En segundo lugar, como nieto de ganaderos e hijo de un gran aficionado a los toros, pues me siento insultado por aquellos que los llaman criminales y torturadores; y si añadimos esos matices de gente palurda y alguna lindeza más, pues me reservo mi opinión sobre esa tipología de personas que se rasgan las vestiduras sobre el sufrimiento animal y son capaces de humillar a seres humanos sintiéndose libertadores y muy correctos.

Me duele porque he vivido como estos "palurdos torturadores" han vivido su relación con este tipo de animales; como han dedicado noches enteras para ayudar en un parto complicado, o como han peleado para salvar a alguno de sus animales que caían enfermos, o como han criado a los chotillos cuando la madre no tenía leche, o como andaban kilómetros en pleno monte para llevar alimento a sus vacas cuando la nieve cerraba los puertos y los caminos, y también como han llorado cuando alguno de los animales han muerto y ellos no han podido hacer nada. Sin duda son unos torturadores y no han sentido ningún tipo de empatía con sus bichos. Los he visto hablar y acariciar a un morlaco de cuatro años que se moría irremisiblemente y el animal mugía cada vez que ese palurdo torturador se alejaba de él. También los he visto ampararlos en el monte de los buitres cuando alguna novilla agonizaba de un mal parto, o la protegía de la depredación de los perros abandonados y asilvestrados que otros amantes de los animales abandonan. En fin todo un abanico de maldades hacia los animales que los hace merecedores de que ahora sus nietos e hijos los califiquen de esta manera.

Seguramente si ahora les pudiera decir como les califican aquellos que están en este mundo por el sacrificio que ellos aportaron se reirían y dirían aquello que dijo un torero: "es que hay gente pa too" y " pa qué opina la gente del campo si no viven en él". Recuerdo que ante alguna de mis preguntas relacionadas con los animales el abuelo, el torturador, decía : ¿Pero que leches les enseñan a estos chicos de la capital? , y ahora comprendo su filosofía.

El crear un toro de lidia es un proceso único y muy complicado. Es algo así como sacar un Ferrari a la competición. Es largo y casi científico, y una mala apreciación puede dar al traste con el trabajo de muchas generaciones.

También quiero decir que mi abuelo, el torturador, murió más pobre que una rata de campo. Con su trabajo y sus animales, ganó lo justo para sacar adelante a sus siete hijos, y nunca llegó a entender el modo de vida de nosotros, los chicos listos de la ciudad.

Respecto a mi padre; uno de esos aficionados a los que se les clavaría una lanza o se le crucificaría por gustarle ver y vivir las corridas de toros, también se reiría; y lo haría porque ya tiene esa edad en que está por encima de la mayoría de los mortales; pero recuerdo una vez que vio como una masa de espectadores moría aplastada en una final de futbol, y decía. "No me jodas. Esa gente son unos bárbaros. Mira que tener que morir gente por ver a unos señores pegar patadas en calzoncillos a un pelotón".

Respecto al término "hipócrita", lo entiendo como critica a una actitud, no al individuo en cuestión; y así también lo entiendo yo. Alguien dijo que lo importante es el pecado, no el pecador

En fin, que a pesar de que no me gusta el mundo de los toros, respeto a todos aquellos que sí les gusta. Tanto respeto como a los aficionados a otras cosas que tampoco comparto.