Buenos días, propongo con este post analizar un viejo y escabroso tema en relación a la concesión o no, procedimientos y polémicas surgidas en torno a la concesión de condecoraciones que supuestamente premian la actuación de miembros del Cuerpo por actos que debido a su extraordinaria transcendencia y circunstancias son merecedores de una u otra recompensa.

Pero antes de entrar en tema y al ser tan extenso, deberíamos enumerar una serie de puntos que ineludiblemente debemos tratar, para analizar la situación a día de hoy, entre ellos podríamos destacar:

- Situación actual.

- Diferenciación de Recompensas concedidas periódicamente con motivo de Onomásticas, Patrona Ntra. Sra. del Pilar, etc. y las extraordinarias.

- Incoación de Expedientes por recompensas por servicios Extraordinarios.

- Proceso de selección del personal a recibir recompensas.

Para hacer una breve reseña de la situación actual en la concesión de recompensas y de modo resumido, deberíamos preguntarnos qué supone a día de hoy ser recompensado con una condecoración......; Para unos cuantos una satisfacción y como reconocimiento a un buen servicio; para otros, unos puntos de baremo ya sea para promoción interna o en vacantes de concurso de méritos; para otros no significará nada más que un trozo de metal que ha sido concedido como pago por relaciones institucionales o protocolo (caso aplicable a personal ajeno al Cuerpo); para otros nada........; en fin, tenemos una serie toda una gama de opiniones y gustos.....; pero realmente, por muy asépticos que seamos e incluso seamos de la opinión de que no nos afecta esté "mundo", de una u otra manera a TODOS nos repercute el sistema de elección, selección y concesión o no de recompensas en el Cuerpo. Veamos algunos ejemplos, polémicos periódicamente:

- Concesión de recompensas ordinarias (Onomásticas, Patronas, etc); Como norma general concedidas bajo criterios opacos, sujetas a cupos "misteriosos" que perjudican directamente a las escalas más básicas y concedidas regularmente, sin la publicidad necesaria y sin criterios claros a personal ajeno al Cuerpo, (y no me refiero a que sea concedida a Fiscales, Jueces, Magistrados, Autoridades,etc); sirva de ejemplo Empresarios, civiles (con nombre o posición social que nada tienen que ver con la Institución, etc), a las que añadimos las recompensas "intercambiadas" entre altos cargos de la GC, CNP y FFAA (Ojo, entiéndase las concedidas sólo por relación de cargo, excluyéndose las que lo fueran por ejemplo, actuaciones REALES de coordinación, investigaciones conjuntas, etc.). El punto más polémico sería la concesión de estas condecoraciones al personal del Cuerpo..... ¿destinatarios merecedores?, ¿criterio de selección?.....

- Concesión de recompensas por servicios extraordinarios; aún más polémico el proceso de selección y concesión......; Curiosamente, deberían ser recompensados (en la categoría que corresponda) todos aquellos servicios merecedores, por lo que el desarrollo debería ser abreviado, claro y conciso...... pero aquí chocamos con varias cuestiones trascendentales....; Como norma general, existe SIEMPRE la misteriosa reticencia de los instructores de los expedientes a condecorar a todos los participantes en un servicio extraordinario, ya sea para conceder una condecoración (lo habitual es que si hay varios intervinientes, CON IGUAL GRADO DE PARTICIPACIÓN, como ejemplo fácil 2 componentes, se condecora a uno y al otro, en el mejor de los casos se le felicita o no es recompensado. Otro caso, aún más hiriente, es que los agentes intervinientes no sean condecorados, pero SÍ sus mandos superiores o incluso compañeros de la misma escala y empleo, totalmente ajenos a la intervención y que son beneficiarios de condecoraciones que deberían haber recibido sus legales acreedores. Si todo lo anterior nos resulta algo ya habitual y desgraciadamente familiar, está el caso de la concesión de condecoraciones con distintivo rojo......; Llegamos al caso de compañeros que han dado su vida en el desempeño de su labor y no se ha tenido la decencia institucional de concederse a título póstumo dicha condecoración; o casos en los que no son concedidas, porque el agente "no ha perdido" consecuentemente la "vida" en su actuación.......¿¿¿¿????, ¿debe perderse la vida para que la misma sea concedida?.......

Como conclusión y para no extenderme más, tenemos en la concesión de recompensas un proceso de incoación de expedientes que raya lo absurdo..... me refiero en la resolución de los mismos; en el mejor de los casos, la recompensa por un servicio extraordinario puede extenderse por un año; ese en el mejor de los casos, conozco casos que la resolución ha sido a los tres años de producirse el hecho que la hizo merecedora; Y ahora me pregunto, ¿estos procedimientos pueden compararse con un proceso judicial?, ¿tantos son los trámites de comprobación para que se dilate un asunto en el tiempo?, ¿Este "celo" comprobatorio de los hechos se aplica a la concesión aleatoria, injusta e inmerecida a otras tantas condecoraciones concedidas como hemos citado anteriormente?

En definitiva compañeros, es un tema que periódicamente es actualidad; para concluir recuerdo hace 22 años, cuando era un guardia civil eventual, despedíamos a un compañero por su pase a reserva; su chaqueta de diario se hallaba inmaculada, no había en ella ninguna condecoración, curso o distintivo alguno (no existían por aquel entonces cruces a la constancia ni nuestros actual y desatroso sistema de distintivos; ; el compañero en cuestión había pasado 6 años en el norte entre otros lugares de nuestra geografía; muy querido y gran profesional........;

Al recordar aquello, me planteo que lo mejor y visto lo visto, lo mejor sería dejar nuestro uniforme inmaculado, sabiendo que en un sistema de recompensas injusto, sin objetividad alguna y discriminatorio, convierte lo que debería ser un Acto de reconocimiento y Honor, en auténticas farsas y pantomimas, en la que podemos ver auténticos "napoleones" con el pecho lleno de medallas "sospechosamente" concedidas y usando incorrectamente distintivos puesto a gusto de cada un (eso sí en cantidad).

El que suscribe nunca más se pondrá distintivo ni condecoración alguna en lo que me queda de carrera profesional; es lo único que puedo hacer a modo de protesta.

Un saludo y enhorabuena a todos los compañeros que SI SON MERECEDORES de una recompensa y a los que portan cruces, medallas y distintivos que no les corresponden o concedidas negligentemente, allá con su conciencia, sólo decirles que no les va hacer ni más profesionales ni mejores personas.

P.D. El que suscribe posee dos cruces al mérito de la GC (blanco), una del norte y otra porque le caía bien a un Capitán (concedida sin haber hecho nada, por lo que no soy objetivamente acreedor a ella), y la cruz a la constancia (bronce); todas ellas en un cajón.

Un saludo.