Al final estos temas terminan siendo una confrontación de fobias y filias particulares en relación a un personaje público que, en este país de las dos Españas en el que desgraciadamente vivimos, ha sido, con razón, controvertido. Sobra decir que jamas se va a llegar convencer a nadie que no venga ya convencido de casa.
La vida, afortunadamente, no es blanca ni negra, Garzón ha tenido sus luces y sus sombras (como muchos personaje público) y pretender que una persona real termine convirtiéndose en héroe o villano de manual, generalmente, suele ser complicado y poco realista.
Ya intervine hace mucho tiempo y comente que, en el panorama actual y con la que estaba cayendo, Garzón me preocupaba poco. Añado, después de leer 6 páginas, que si el puesto de trabajo que ha obtenido no representa una ilegalidad, su idoneidad o no, termina convirtiéndose en una cuestión de gustos. Y como ya sabes todos, en cuestión de gustos cada uno tiene el suyo.
Por cierto, yo también conocí (y conozco) a compañeros que han sido escoltas del citado ( y otros que han trabajado codo con codo en la lucha antiterrorista) y jamas ninguno tuvo palabras negativas hacia su persona, más bien al contrario.
Un saludo
Marcadores