Lo de siempre. "Como son pocos y tal, hay que estirarlos lo que se pueda, a ver si sacrificando a estos pardillos me pongo un palote y cobro productividad, y estadística guay"... Y todo así.
No costaba tanto modernizarse en el tema de horarios. Pero no, esto siempre será especial. Rallando en lo tonto. Sobrepasándolo. Hasta el infinito, y más allá.
Marcadores