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Resultados 21 al 30 de 225
  1. #21
    A las tres menos veinte del 25 de febrero de 1992 ETA asesinaba al guardia civil JOSÉ SAN MARTÍN BRETÓN cuando se dirigía a su domicilio en la casa cuartel de Algorta, del municipio vizcaíno de Guecho. Juan Carlos Iglesias Chouzas,alias Gadafi, le disparó un tiro en la cabeza y después lo remató en el suelo. Iba acompañado por Javier Martínez Izaguirre, también integrante del grupo Vizcaya de ETA. Al menos dos testigos presenciales coincidieron en afirmar que, tras el asesinato, uno de los etarras gritó "¡Gora ETA!".
    El etarra que les pasó la información sobre los movimientos de la víctima fue José Manuel Fernández Pérez de Nanclares. Éste solía coincidir en el tren con la víctima cuando ambos se desplazaban a su trabajo desde Guecho a Bilbao. Además, tras el atentado, los etarras se refugiaron en el domicilio del propio Fernández Pérez de Nanclares y de su esposa, María Ángeles Pérez del Río.
    El atentado se produjo a unos 200 metros de la casa cuartel. Segundos después, los asesinos se introdujeron en un vehículo y huyeron del lugar, abandonando el coche en una calle cercana. El Gobierno Civil atribuyó el atentado a los dos liberados del grupo Vizcaya de ETA que aún permanecían en activo.
    Los terroristas abandonaron el vehículo cerca de la plaza donde asesinaron a José. Posteriormente fue inspeccionado por equipos de desactivación de explosivos del Cuerpo Nacional de Policía para comprobar si contenía algún artefacto, aunque no hallaron nada.
    Pasadas las 15:45 horas, la jueza que se desplazó a la plaza de Villamonte para instruir las primeras diligencias ordenó el levantamiento del cadáver. En el lugar donde cayó el cuerpo del guardia civil había un enorme charco de sangre.
    José San Martín Bretón era del pueblo riojano de El Redal, donde fueron inhumados sus restos mortales. Tenía 49 años cuando fue asesinado y llevaba quince destinado en el País Vasco. Trabajaba en las oficinas de la Comandancia de la Guardia Civil en La Salve (Bilbao). Estaba casado con Mari Carmen Calvo y tenía dos hijos, uno de ellos, Fernando, guardia civil; el otro hijo, Luis, estaba en Cádiz cumpliendo el servicio militar en el momento del atentado. Su mujer, delicada del corazón, tuvo que ser ingresada cuando supo lo que había pasado.
    En septiembre de 2009 contó al digital soitu.es cómo fue su vida desde entonces. Para Mari Carmen, la "alegría se perdió aquel fatídico martes. Se terminaron las Navidades, los cumpleaños, la alegría de las bodas de mis hijos o de las comuniones de las nietas...".
    Un año después del asesinato de José se plantó en el Ministerio para pedirle a José Luis Corcuera que hiciese algo ante su delicada situación. Hacía un año que no recibía ningún ingreso ni cobraba ninguna pensión de viudedad. La conversación con el ministro fue tan tensa que Mari Carmen sufrió ahí mismo un infarto:
    Allí apareció una doctora, que curiosamente era paisana de Ezcaray, y que recriminó con dureza la actitud del ministro: "ETA les mata a los maridos y tú, las rematas". Así que imagino que no fui la primera a la que trató así.
    Fernando, el hijo mayor, se enteró del asesinato de su padre viendo la televisión mientras hacía guardia en el cuartel —"tuvo que dejar el Cuerpo al caer en una depresión"—; y el pequeño, Luis, viajó engañado desde Cádiz, donde se acababa de alistar en la Armada, y delante de los periodistas apostados en el domicilio familiar, le comunicaron la triste noticia.
    La obsesión de los dos fue verle, incluso Luis se encaró con un superior para que le abrieran el ataúd y poder besarle. Yo, en cambio, como estaba tan malita del corazón, me quedé sin poder despedirme.
    La familia no permaneció mucho tiempo en Guecho, porque les dijeron que su hijo Luis había aparecido en unos papeles de ETA como posible objetivo. Así que decidieron irse a Logroño. Mari Carmen termina la entrevista en soitu.es diciendo:
    El perdón es imposible. ¿Qué consiguieron matando a José San Martín Bretón? Nada. Ni la liberación de ningún pueblo oprimido, ni la construcción de una Euskadi independiente... Sólo dejar una familia totalmente destrozada, a unos hijos sin el cariño de su padre y a una mujer sola, muy enferma y más débil de lo que estaba.
    Última edición por ARANO; 03/04/2015 a las 18:55 Razón: QUE SE DEN CUENTA COMO NOS TRATABAN, AUNQUE AHORA LO NIEGUEN
    :rura:-)

  2. #22
    A las 15:30 horas del día 10 de marzo de 1978 un individuo llegaba a la portería de la fábrica Aplicaciones Técnicas del Caucho, donde el exsargento de la Guardia Civil retirado,JOSÉ MARÍA ACEDO PANIZO, trabajaba como jefe de porteros desde hacía un mes. Tras acercarse a él, y sin mediar palabra, le disparó con una pistola a un metro de distancia.
    Según testigos presenciales de los hechos, la víctima se desplomó en el suelo aún con vida e intentó huir. El pistolero de ETA le puso la rodilla sobre el pecho y lo remató, efectuándole otros tres disparos en la cabeza. Una vez cometido el asesinato, el etarra huyó por el monte, sin ninguna prisa, según esos mismos testigos.
    Varios trabajadores recogieron del suelo a José María, que agonizaba, y en una furgoneta de la fábrica lo trasladaron a la residencia sanitaria Nuestra Señora de Aránzazu, de la capital guipuzcoana, donde a las cuatro de la tarde ingresaba cadáver.
    El asesinato fue cometido por una célula etarra denominada Gamboa. La banda terrorista quiso justificarlo señalando a José María como uno de los que intervinieron en la operación de las fuerzas de seguridad en Villabona en la que, diez años antes, resultó muerto el primer miembro de la banda terrorista, Txabi Etxebarrieta, en enfrentamiento con la Guardia Civil tras asesinar al guardia civil José Pardines, primera víctima deliberada de ETA.
    José María Acedo Panizo, de 56 años, era natural del pueblo zamorano de Carmarzana de Tera, donde nació el 22 de enero de 1924. Estaba casado y tenía tres hijos. El 11 de enero de 1978 había pasado a situación de retirado en la Guardia Civil. Hasta entonces, fue comandante del puesto de la Guardia Civil de Andoain. Antes de ascender a sargento, había estado destinado como cabo primero en el cuartel de Ordicia. Cuando dejó la Guardia Civil, se trasladó a vivir a Tolosa, pasando a ocupar un puesto como jefe de porteros en la fábrica Aplicaciones Técnicas del Caucho.
    :rura:-)

  3. #23
    El 13 de marzo de 1977 ETA asesinaba en Mondragón (Guipúzcoa) al guardia civilCONSTANTINO GÓMEZ BARCIA. Murió en el acto a consecuencia de los disparos de escopeta efectuados por un grupo de terroristas contra el coche en que circulaba, en compañía de Miguel Santaella Carretero (malagueño de 25 años) y José Castaño Vázquez (sevillano de 26 años), también guardias civiles. Todos ellos estaban adscritos al puesto de Oñate de la Comandancia de Guipúzcoa.
    Los hechos sucedieron en la madrugada del domingo, cuando Constantino y cuatro amigos abandonaron, vestidos de paisano, la sala de fiestas Alexander en Mondragón. Se subieron a un Renault 12, conducido por otro compañero del cuerpo, en compañía de su novia, que también se situó en la parte delantera. Cuando se encontraban a tan sólo doscientos metros del cuartel de la Guardia Civil, en el cruce de la carretera Beasain-Durango con la de Mondragón-Vergara, un vehículo se paró delante, obligándoles a hacer lo propio.
    En ese momento, del primer vehículo descendieron dos jóvenes que, desde ambos lados del Renault 12, dispararon de forma indiscriminada contra el vehículo dos ráfagas con unas escopetas repetidoras de cañones recortados. De los ocupantes del asiento posterior, Constantino Gómez Barcía falleció en el acto, Miguel Santaella recibió heridas de pronóstico muy grave y José Castaño sufrió lesiones leves. Los pasajeros de los asientos delanteros, el conductor y su novia, se dieron cuenta del ataque y tuvieron tiempo de agacharse, por lo que resultaron ilesos.
    En su llamada a La Voz de España cuarenta y ocho horas después reivindicando el atentado, la banda asesina señaló que era una venganza por la muerte la semana anterior de dos miembros de ETA (Nicolás Mendizábal y Sebastián Goikoetxea) en un enfrentamiento con la Guardia Civil en Zumárraga.
    Constantino Gómez Barcia era de Lugo, aunque fue enterrado en Oviedo por motivos familiares. A su funeral asistieron más de mil personas. Su padre también perteneció a la Guardia Civil, igual que sus tres hermanos. Tenía 21 años y estaba soltero.
    :rura:-)

  4. #24
    Minutos después de las 15:00 horas del lunes 15 de marzo de 1982, ETA asesinaba a tiros en la localidad guipuzcoana de Rentería (Guipúzcoa) al guardia civilMODESTO MARTÍN SÁNCHEZ.
    Tres terroristas dispararon contra su automóvil, en el que también viajabansu esposa, embarazada de siete meses, y su hijo de cinco años, al que iban a llevar al colegio. Cuando ya estaba dentro del coche, dos terroristas, uno con metralleta y otro con una pistola, se colocaron en la parte delantera del vehículo y le dispararon varias veces a través del parabrisas. Modesto estaba sentado en el asiento del conductor y su mujer intentó impedir que los terroristas dispararan, pero los pistoleros le dieron un empujón para apartarla. Tras ametrallar al guardia civil, huyeron a pie. Posteriormente se recogieron en el lugar de los hechos numerosos casquillos del calibre 9 milímetros parabellum de fabricación francesa y belga.
    Modesto murió casi instantáneamente. Trasladado urgentemente al Hospital Militar de San Sebastián en una ambulancia de la Cruz Roja, ingresó cadáver en el centro médico, con heridas mortales en el corazón, la boca y el pecho, a la altura de los pulmones.
    La capilla ardiente con sus restos mortales quedó instalada a última hora de la tarde en el Salón del Trono del Gobierno Civil de Guipúzcoa. El funeral estuvo presidido por el vicepresidente Martín Villa, el delegado del Gobierno Oreja, el consejero Retolaza y el alcalde de San Sebastián, además de representantes del PSOE y UCD. A continuación fue enterrado en el cementerio de Rentería.
    ETA reivindicó el asesinato el 22 de marzo mediante una llamada telefónica al diario Egin. Del mismo se responsabilizó en 1984 el etarra Jesús María Zabarte Arregui, el carnicero de Mondragón, detenido tras un enfrentamiento con la Guardia Civil en Hernani el 15 de junio de ese año en casa de la familia Miner.
    Un mando de la Guardia Civil dijo a un periodista de El Diario Vasco que el crimen fue visto por, al menos, cincuenta personas, pero que nadie se atrevía a dar información a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
    Modesto Martín Sánchez era cabo 2º de la Guardia Civil, cuerpo al que pertenecía desde 1965. Trabajaba en el Servicio Fiscal del Puerto de Pasajes, aunque vivía en Rentería. Natural de Pinofranqueado (Cáceres), tenía 41 años. Estaba casado, tenía dos hijos y sumujer estaba embarazada de siete meses en el momento del asesinato.
    :rura:-)

  5. #25
    Poco antes de las cuatro de la tarde del sábado 16 de marzo de 1991 la banda terrorista ETA hacía explotar una bomba accionada a distancia al paso de un vehículo ocupado por cuatro agentes de la Guardia Civil en el barrio de Eguía de San Sebastián. Provocó la muerte de LUIS ARAGÓ GUILLÉN y heridas a otras cinco personas: sus tres compañeros, también guardias civiles, y dos transeúntes (padre e hijo).
    Los cuatro guardias civiles habían estado comiendo juntos en un bar cercano al lugar en el que se produjo el atentado. Los agentes se encontraban fuera de servicio en el momento en que sucedieron los hechos y vestían de paisano.
    Una vez acabada la comida se dirigieron hacia el cuartel que la Guardia Civil tiene en el barrio de Intxaurrondo. Cuando el vehículo -un Ford Escort de color blanco propiedad de uno de los agentes-, se encontraba entre el cementerio de Polloe y el campo de fútbol de Metigosetegui, miembros del grupo Donosti de ETA hicieron estallar una bomba que se hallaba adosada a una de las farolas. Según testigos presenciales, la explosión desplazó al coche unos treinta metros. La bomba, compuesta por unos ocho kilos de explosivo y metralla, había sido colocada, según indicaron testigos del hecho, por dos personas jóvenes pocos minutos antes de la explosión. Muy probablemente, los autores del atentado vigilaron a los guardias civiles en el lugar en el que los agentes estuvieron almorzando, y esperaron en las cercanías al paso del vehículo.
    El cabo primero Luis Aragó Guillén falleció prácticamente en el acto al quedar atrapado entre los hierros del coche. Los heridos fueron los guardias civiles Pedro Samuel Martín García de 26 años y natural de San Sebastián; Miguel Ángel García Morillas, de 23 años, natural de Algeciras (Cádiz) y Jose Carlos Casillas Hernández de 21 años y natural de Cerezo de Abajo (Segovia).
    Además, resultaron heridos de gravedad dos transeúntes: Víctor Montes Centol y su hijo Diego Montes Calle, de 12 años. El pequeño acababa de terminar un partido de fútbol en un campo ubicado a escasos metros de donde estalló la bomba. Tuvo que sufrir operaciones quirúrgicas muy complejas debido a la gravedad de las heridas en cara, abdomen y pierna derecha.
    Luis Aragó Guillén tenía 28 años y era de Murero (Zaragoza), donde su padre, Maximiliano Aragó Cortés, era alcalde. Luis estuvo destinado en el destacamento de Tráfico de la Guardia Civil en Cariñena (Zaragoza) hasta marzo de 1990, cuando fue trasladado al País Vasco tras superar el curso de cabo.
    :rura:-)

  6. #26
    A las 14:00 horas del 18 de marzo de 1993, ETA asesinaba en San Sebastián al cabo primero de la Guardia Civil EMILIO CASTILLO LÓPEZ DE LA FRANCA, y hería gravemente a su compañero Victoriano Álvarez Álvarez de 22 años.
    Los terroristas que efectuaron los disparos habían esperado durante más de 20 minutos, sentados en un jardín, a que llegara el coche en el que viajaban los agentes. El atentado se produjo cuando los agentes, que viajaban en el vehículo de Emilio Castillo, esperaban junto a un semáforo en rojo en la avenida de Ategorrieta. Habían terminado su servicio en el Puerto de Pasajes y se dirigían, vestidos de paisanos, al cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo, donde residían.
    En ese momento, dos pistoleros de ETA se acercaron hasta el automóvil y realizaron, al menos, seis disparos. El vehículo, con el motor en marcha, se desplazó sin control unos metros hasta que un vecino se introdujo en él y lo paró. Los agentes no tuvieron tiempo de defenderse. Los asesinos huyeron a pie por una calle paralela a la avenida de Ategorrieta, que tiene un solo sentido para los automóviles.
    Emilio murió poco después de llegar a la Residencia Sanitaria Nuestra Señora de Aránzazu. Victoriano Álvarez resultó gravemente herido en el abdomen y ambas piernas. Tardó en curarse 1.081 días, pero quedó incapacitado de forma permanente para desempeñar su profesión.
    Al día siguiente, a las doce de la mañana, se celebró el funeral por el alma de Emilio en el Gobierno Civil de San Sebastián, donde había sido instalada la capilla ardiente la tarde del día anterior. No se hizo en la parroquia de la Sagrada Familia, donde se celebraban habitualmente las misas fúnebres por los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, porque el párroco, Bartolomé Auzmendi, se negó a celebrarlo cuando se le pidió que lo oficiase sólo en español.
    Emilio Castillo López de la Franca, de 31 años, era de Ciudad Real. Estaba casado con Julia Aparicio y era padre de una niña de dos años. Él y su compañero Victoriano Álvarez, natural de Benbibre (León), llevaban año y medio en Guipúzcoa, asignados al Servicio Fiscal del puerto de Pasajes.
    Para la viuda, los años que siguieron fueron "muy jodidos", como contó en septiembre de 2009 a soitu.es, con una depresión y constantes mareos que le hacían pasarse el día de la cama al sofá. "Yo no salí de este pozo hasta que un día oí decir a mi hija que yo no la quería porque no la cuidaba. Entonces decidí tirar para adelante".
    :rura:-)

  7. #27
    A las 16:45 horas del día 19 de marzo de 1988, la banda terrorista ETA asesinaba en Durango (Vizcaya) al guardia civil PEDRO BALLESTEROS RODRÍGUEZ, primera víctima mortal de ese año. También resultó herida leve su esposa, María del Carmen López.
    El atentado se produjo cuando el turismo en el que viajaba el agente junto a su esposa, paró en una señal de stop situada en la Plaza Gurruchaga de Durango. En ese momento dos individuos abrieron fuego a corta distancia contra Pedro, que murió prácticamente en el acto. Uno de los terroristas disparó contra el guardia civil por la ventanilla del conductor, mientras el otro lo hacía por la del copiloto. El agente recibió al menos ocho impactos de bala y murió prácticamente en el acto. Su esposa resultó alcanzada por una bala en el codo izquierdo y fue trasladada al Hospital de Galdácano donde fue intervenida quirúrgicamente de la herida. Los dos terroristas huyeron a pie por las calles próximas al lugar del atentado en presencia de numerosos testigos.
    En el lugar de los hechos se recogieron nueve casquillos y dos balas del calibre nueve milímetros parabellum, marca SF, de los años 1975, 1977 y 1979, munición bastante antigua, según comentaron especialistas de la Guardia Civil.
    Pedro Ballesteros y su esposa regresaban de casa de los padres de esta última de celebrar el Día del Padre. El crimen fue presenciado por varios niños que participaban en una fiesta infantil en el colegio de los Jesuitas, situado enfrente del lugar donde fue tiroteado el guardia civil, según indicaron testigos presenciales. El matrimonio residía en la casa cuartel de la Guardia Civil en Durango y hacia allí se dirigían cuando fueron víctimas del atentado, a unos 1.500 metros del cuartel. Fue la primera víctima mortal del terrorismo etarra desde que el 12 de enero de 1988 se firmase el Pacto de Ajuria Enea, ratificado por prácticamente todos los partidos políticos.
    Pedro Ballesteros Rodríguez, de 24 años, era natural de Madrid. Estaba casado con María del Carmen López, de 20 años y nacida en Durango. El matrimonio tenía una hija de un año y medio que no viajaba en el coche en el momento del atentado ya que se había quedado con sus abuelos maternos. Pedro había ingresado en la Guardia Civil en el año 1983 y en noviembre de ese mismo año fue destinado al País Vasco, donde contrajo matrimonio con María del Carmen López.


    El 19 de marzo de 1992, un coche-bomba acababa con la vida del artificiero de la Guardia Civil ENRIQUE MARTÍNEZ HERNÁNDEZ en la localidad barcelonesa de Llissá de Munt.
    Poco antes de las diez de la noche del 18 de marzo se recibió una llamada en el cuartel de la Guardia Civil de la localidad costera de Mongat (Barcelona) avisando, en nombre de ETA, del abandono de un Opel Kadett lleno de explosivos entre Llissá de Munt y Granollers. Indicaron también que el propietario del vehículo estaba encerrado en el maletero de otro coche al lado del coche-bomba. Posteriormente se sabría que el autor de la llamada era el etarra Fernando Díez Torres, que iba acompañado por José Luis Urrusolo Sistiaga. Ambos estaban integrados en el grupo Ekaitz de ETA
    Varios guardias civiles acudieron al lugar indicado. Cuando Enrique, Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos (Tedax), se disponía a reconocerlo, la bomba hizo explosión. El automóvil estaba cargado con unos 15 kilos de amosal y la deflagración afectó a viviendas situadas en una radio de 60 metros. A Enrique Martínez Hernández la explosión lo alcanzó de lleno resultando mortalmente herido. Trasladado al Hospital General de Granollers, ingresó cadáver poco después de la medianoche del 19 de marzo.
    Enrique Martínez Hernández era natural de Linares (Jaén). Tenía 30 años, estaba casado y era padre de una niña de dos años. Estaba destinado como Tedax en Manresa (Barcelona). Fue enterrado en Collserola, en el municipio de Cerdañola del Vallés, después de un multitudinario funeral.
    :rura:-)

  8. #28
    A las 13:20 horas del 27 de marzo de 1987, el guardia civilANTONIO GONZÁLEZ HERRERA resultaba muerto, y otras 18 personas, cuatro agentes y catorce viandantes que pasaban por ahí, sufrieron heridas de diversa consideración, por la explosión de un coche-bomba colocado por ETA en una de las entradas del puerto de Barcelona. La furgoneta, aparcada a sólo tres metros de una garita compartida por la Guardia Civil y la policía portuaria, contenía 45 kilos de amonal y numerosos recipientes con metralla. Fue activada por control remoto desde un lugar cercano al que se encontraba estacionada. Antonio González Herrera resultó alcanzado de lleno por la metralla, que le afectó al cerebro y le provocó pérdida de masa encefálica. Falleció mientras era sometido a una intervención de urgencia.
    Los guardias civiles heridos fueron Luis Lobato Ledesma, malagueño de Ronda, 28 años; Francisco Javier Laparra Pérez, de Zaragoza, de 41; José Estrada Rayero, valenciano de 44; y Juan José Álvarez Pardo, de Linares (Jaén), de 30.
    Los heridos fueron dados de alta el mismo día del atentado, a excepción del guardia civil Luis Lobato Ledesma, que sufrió heridas de pronóstico reservado y permaneció ingresado en el Hospital del Mar durante varias semanas.
    Era el cuarto atentado con coche-bomba que se producía en los últimos ocho meses en Barcelona. Inmediatamente después de la explosión se establecieron numerosos controles en las salidas de la ciudad que provocaron un gran colapso circulatorio.
    Los funerales por Antonio González se celebraron al día siguiente, 28 de marzo, en el Gobierno Civil de Barcelona con asistencia del ministro de Defensa, Narcís Serra, y del director de la Guardia Civil, Luis Roldán.
    Antonio González Herrera era de Ciudad Real y tenía 27 años. Ingresó en la Guardia Civil en 1981, siguiendo los pasos de su padre, también agente de la Benemérita. Fue destinado a Barcelona en agosto de 1986, siete meses antes del atentado. Anteriormente, sirvió durante cinco años en los GAR (Grupo de Acción Rural) en Logroño y el País Vasco. Estaba casado desde hacía tres meses con María Nieves Bajo.
    :rura:-)

  9. #29
    14 de julio de 1987, Oñate, Guipúzcoa. "Olla" al paso de un convoy del G.A.R. Colmenero y Galnares muertos. Heridos graves Lozano y Castillejos. Este último falleció unos años después de las secuelas.
    D.E.P.
    Gloria para los héroes.
    Vuestro compañeros no pedimos algo tan rimbombante como justicia...solo venganza.

  10. #30
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    Lo demandó el honor y obedecieron,

    los requirió el deber y lo acataron ;

    con su sangre la empresa rubricaron,

    con su esfuerzo la Patria engrandecieron.



    Fueron grandes y fuertes, porque fueron

    fieles al juramento que empeñaron.

    Por eso, como valientes lucharon,

    y como héroes murieron.



    Por la Patria morir fue su destino,

    querer a España, su pasión eterna,

    servir a la Guardia Civil, su vocación y sino.



    No quisieron servir a otra Bandera,

    no quisieron andar otro camino,

    no supieron vivir de otra manera.....
    Última edición por ARANO; 03/04/2015 a las 18:36

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