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Resultados 71 al 80 de 225
  1. #71
    A las 19:20 horas del jueves 14 de junio de 1984, el guardia civil ÁNGEL ZAPATERO ANTOLÍN moría en el Paseo de Larracho de San Sebastián destrozado por la explosión de una bomba colocada por ETA, que estalló en el momento en que accionaba la llave de contacto de su coche. La onda expansiva despidió el vehículo del guardia civil a varios metros de distancia, envuelto en una columna de humo y fuego. Ángel falleció en el acto y su cuerpo, calcinado por las llamas, quedó atrapado en el amasijo de chatarra en que quedó convertida la estructura de su vehículo, un Citroën GS con matrícula de Madrid. El cadáver tuvo que ser extraído por los bomberos, que llegaron al lugar minutos después de la explosión.

    La explosión pulverizó los cristales de las viviendas de los alrededores y ocasionó serios desperfectos en los coches aparcados en las inmediaciones. Un niño de nacionalidad portuguesa de 14 años de edad, José Evangelista Matías, también resultó herido por la deflagración, y fue trasladado a la Residencia Sanitaria Nuestra Señora de Aránzazu. El chaval, que paseaba a varios metros del lugar donde se produjo la explosión, fue alcanzado en la pierna derecha por un neumático del coche del guardia civil asesinado que salió despedido por la explosión. Precisamente, el artefacto explosivo estaba adosado a la rueda delantera, dispuesto para explotar en el momento en que el guardia civil accionara el contacto.

    El ministro del Interior, José Barrionuevo, presidió el funeral por el alma de Ángel Zapatero, que se celebró al día siguiente en la parroquia donostiarra de San Luis. Con el ministro, que acompañaba a la viuda, se encontraba el teniente general, José Antonio Sáenz de Santa María. Entre las autoridades presentes estaban también los gobernadores civil y militar de Guipúzcoa, el viceconsejero de Interior del Gobierno vasco, Eli Galdós, y los parlamentarios vascos Txiki Benegas y Jaime Mayor, así como el alcalde de San Sebastián, Ramón Labayen. El furgón fúnebre llegó a la iglesia a las 18:30 horas, precedido por siete coronas de flores. El féretro fue llevado a hombros por los compañeros del guardia civil asesinado.

    En 1988 la Audiencia Nacional condenó a los hermanos Antonio y Domingo Troitiño Arranz a 29 años de reclusión por el asesinato de Ángel Zapatero Antolín. Los hermanos Troitiño acumulan un largo historial de asesinatos: Antonio supera la treintena de asesinatos, mientras que a su hermano Domingo, captado por el primero, se le atribuyen una veintena de víctimas mortales. En 1990 fue condenado por el mismo atentado, y a las mismas penas que los hermanos Troitiño Arranz, el etarra Ángel Zabaleta Mendía.

    Ángel Zapatero Antolín, de 39 años de edad, estaba casado y era padre de dos niñas de 10 y 7 años. En el momento de su asesinato estaba destinado en el cuartel de Inchaurrondo como miembro del Servicio Fiscal de la Guardia Civil. Era natural de La Mudarra (Valladolid), pero vivía en San Sebastián desde que tenía veinte años. Diez años antes de ser asesinado se trasladó al barrio de Alza de la capital donostiarra, muy cerca del cuartel en el que prestaba sus servicios. Sus restos mortales fueron enterrados en el cementerio de Polloe de San Sebastián por expreso deseo de su viuda.
    :rura:-)

  2. #72
    El 18 de junio de 1985, la banda terrorista ETA asesinaba en Santurce (Vizcaya) al cabo de la guardia civil EUGENIO RECIO GARCÍA. Faltaban quince minutos para las ocho de la mañana y el guardia civil caminaba, vestido de paisano, por la calle de Las Viñas en dirección a la estación, donde cogería el tren que tendría que haberle llevado a su trabajo en el cuartel de la Guardia Civil de La Salve, en Bilbao. En ese momento fue abordado por un terrorista que, tras conminar a una joven que transitaba por el lugar a arrojarse al suelo, efectuó un único disparo con arma corta contra el agente. En el lugar del crimen se encontró un solo casquillo de bala.

    El asesino había esperado a su víctima en un coche leyendo un periódico, para disimular hasta que llegase el guardia civil. Tras meterle el tiro en la nuca, huyó en el vehículo, que había sido robado a punta de pistola en Abanto y Ciérvana por cuatro terroristas. Dos se habían quedado vigilando al propietario, y otros dos se habían dirigido a Santurce para matar al guardia civil. El vehículo apareció esa misma tarde junto al polideportivo Los Llanos de Sestao.

    Todas las fuerzas políticas vascas, con excepción de Herri Batasuna -uno de cuyos concejales del Ayuntamiento de Santurce se limitó a manifestar que "aquí la única solución es la negociación política con ETA"-, condenaron el asesinato. El vicesecretario general del Partido Socialista de Euskadi, Juan Manuel Eguiagaray, señaló que "algún día el pueblo vasco, deberá reconocer la deuda de gratitud que tiene contraída con esas fuerzas que, en primera línea y a riesgo de su vida, están librando una durísima batalla en defensa de las libertades de todos".

    Cuatro días antes, el 14 de junio, las fuerzas nacionalistas se habían negado a respaldar una moción de apoyo a las Fuerzas de Seguridad del Estado en el Parlamento vasco. El mismo día del asesinato de Eugenio Recio, el Partido Nacionalista Vasco de Santurce hizo público un comunicado en el que se dirigía al PSOE con estas palabras: "Cumpla el Estatuto y vaya retirando a las Fuerzas de Seguridad del Estado en vez de sacar más números a la calle, provocando una dinámica de acción-respuesta que nos mete en un callejón sin salida".

    Eugenio Recio García, de 51 años de edad, estaba casado con Demetria García y tenía seis hijos, tres chicos y tres chicas, con edades comprendidas entre los 9 y los 19 años. Era natural de Pitiegua (Salamanca) donde había nacido el 15 de marzo de 1934. Llevaba veintiséis años en la Guardia Civil, los dieciocho últimos destinado en Vizcaya. Los tres hijos menores cursaban sus estudios en escuelas de Santurce, mientras que los tres mayores lo hacían en Salamanca. Muy conocido en el barrio de Buyon, ninguno de sus vecinos ignoraba su profesión. En breve iba a ser trasladado a Salamanca, pues había pedido el cambio de destino para estar más cerca de su pueblo natal. El asesinato impidió que se cumpliese su deseo.
    :rura:-)

  3. #73
    En torno a las 18:40 horas del 22 de junio de 1983, la banda terrorista ETA asesinaba en Pasajes de San Juan (Guipúzcoa) al guardia civil JUAN MALDONADO MORENO. Su cuerpo quedó destrozado por la explosión de una bomba-lapa adosada a los bajos de su vehículo, que quedó convertido en un amasijo de chatarra.

    La explosión, de gran potencia, tuvo lugar en el momento en el que el guardia civil, que vestía de paisano, accionó la llave de contacto de su vehículo, un Renault 8 de color rojo, aparcado en una pequeña plazoleta que se utiliza como aparcamiento en un extremo del pueblo, muy cerca de su domicilio. El cuerpo del agente fue seccionado en dos por la onda expansiva.

    Una mujer de nacionalidad portuguesa, que pasaba por el lugar en el momento de la explosión, resultó herida al ser alcanzada por los cristales del vehículo. La mujer herida fue trasladada al Hospital de la Cruz Roja en San Sebastián, donde le practicaron las primeras curas. Tenía incrustadas en el rostro, y en diferentes partes de su cuerpo, numerosas partículas de cristales, pero los médicos consideraron que sus heridas no revestían gravedad. La onda expansiva destrozó, además, otros vehículos aparcados en las inmediaciones y provocó la rotura de cristales en numerosas viviendas y comercios.El funeral celebrado al día siguiente en el patio del Gobierno Civil de Guipúzcoa contó con la asistencia, por primera vez en este tipo de actos, del teniente coronel Díaz Arcocha, máximo responsable de la Ertzaintza, que sería asesinado por ETA el 7 de marzo de 1985, y el capitán García Oteiza. Al funeral también asistieron el ministro del Interior, José Barrionuevo; el inspector general de la Guardia Civil, Aramburu Topete; el delegado del Gobierno en el País Vasco, Ramón Jáuregui; el capitán general de la VI Región Militar y otras autoridades. Se renunció al funeral en la Sagrada Familia, tras la negativa del obispo Setién a que el féretro llevara bandera alguna.

    Juan Maldonado Moreno tenía 42 años. Era de Adra (Almería), estaba casado y tenía dos hijas de 9 y 7 años. Desde doce años antes de ser asesinado prestaba servicio en uno de los puestos de aduanas del puerto de Pasajes, escenario de numerosos atentados contra miembros de la Guardia Civil. El guardia civil tenía costumbres muy regulares: solía jugar habitualmente a las cartas en el mismo bar y acudir a una huerta cercana a su domicilio. Fue enterrado en el municipio granadino de Motril con la asistencia de varios miles de personas que recibieron el féretro entre gritos de "ETA asesina" y vivas a la Guardia Civil. La banda terrorista ETA reivindicó el atentado el 7 de julio.
    :rura:-)

  4. #74
    En torno a las doce del mediodía del lunes 25 de junio de 1990, el sargento de la Guardia Civil JOSÉ LUIS HERVÁS MAÑAS moría en un tiroteo con tres miembros de la banda terrorista ETA en un paraje montañoso de Navarra conocido como la Foz de Lumbier. Hervás Mañas formaba parte de una patrulla de vigilancia de la Guardia Civil para proteger a los turistas que visitaban el paraje natural de la Foz de Lumbier, pues se habían producido muchos robos a campistas en esa zona durante los meses anteriores.
    El 25 de junio los ocupantes de dos coches todoterreno de la Guardia Civil observaron los movimientos sospechosos de tres individuos que estaban acampados en la orilla del río Irati. El sargento Hervás bajó por un terraplén para pedirles la documentación y que le mostraran el contenido de sus mochilas. En ese momento el etarra Germán Rubenach Roig, uno de los tres sospechosos, disparó al guardia civil, provocándole la muerte. Hervás Mañas fue alcanzado por tres disparos en el cuello, el pecho y un brazo. Una vez en el suelo, le robaron su arma reglamentaria. Rubenach estaba acompañado por Juan María Lizarralde Urreta y Susana Arregui Maiztegui. Los tres habían sido trasladados días antes a la Foz de Lumbier por Javier María Goldaraz Aldaya y Juan José Zubieta Zubeldia. Haciéndose pasar por excursionistas, estudiaban los hábitos y rutinas de las patrullas de la Guardia Civil con el fin de atentar contra sus miembros.
    Tras asesinar al sargento Hervás, se produjo un intercambio de disparos entre los tres terroristas, que abrieron fuego para cubrir su fuga, y los demás guardias civiles que componían la patrulla de vigilancia, resultando gravemente herido el sargento de la Guardia Civil José Domínguez Piris, comandante del puesto de la cercana localidad de Yesa. Fue trasladado a la Clínica Universitaria de Pamplona, donde se le intervino quirúrgicamente para intentar extraerle una bala que le había entrado por la cadera derecha y había quedado incrustada en la zona posterior izquierda del sacro.
    Los tres terroristas huyeron a pie y en su huida se les cayó una bolsa en la que, entre otros objetos, se encontró una pistola del calibre 9 milímetros parabellum. Inmediatamente se organizaron patrullas de la Guardia Civil que acordonaron y batieron la zona, apoyadas por helicópteros. Cerca de las nueve de la noche, una de las patrullas encontró en la orilla del río Irati a un hombre con una herida de bala en la cabeza, que poco después fue identificado como Germán Rubenach Roig, antiguo integrante del grupo Txalupa de ETA, ya desarticulado. El etarra fue trasladado al Hospital de Navarra donde, a medianoche, fue intervenido quirúrgicamente.
    Al día siguiente, hacia las 9:00 horas, cuatro guardias civiles que seguían batiendo la zona encontraron los cadáveres de Juan María Lizarralde y Susana Arregui a orillas del río Iratí, a unos quinientos metros de donde había sido asesinado el sargento Hervás el día anterior. Ambos presentaban disparos de bala en la cabeza. Debajo del cuerpo de Arregui encontraron la pistola reglamentaria del sargento asesinado, mientras que debajo del cadáver de Lizarralde se encontró una pistola marca Browning. Esta última pistola es la que se había utilizado para acabar con la vida del ex policía nacional Francisco Almagro Carmona, asesinado en Pamplona el 3 de junio de ese mismo año.
    José Luis Hervás Mañas, de 34 años de edad, era natural de Yeste (Albacete). De niño había vivido en Castellón, donde formó parte de un grupo musical llamado Los D-2. En Castellón residía su familia y ahí fue enterrado. Estaba casado y tenía dos hijos, una niña de 12 años y un niño de 10. José Luis estudiaba la carrera de Derecho y sólo le faltaba una asignatura para terminarla. Destinado en Navarra desde marzo de 1990, tenía previsto trasladarse a Castellón en el mes de julio, donde ya tenía plaza asignada. El sargento estaba en posesión de la Cruz de la Orden del Mérito Militar.
    :rura:-)

  5. #75
    A las 20:15 horas del sábado 28 de junio de 1980, cuatro miembros de los Comandos Autónomos Anticapitalistas asesinaban a tiros en Azcoitia (Guipúzcoa) al mecánico ELIOLÓPEZ CAMARON, al funcionario del Ayuntamiento JULIO MUÑOZ GRAU y al guardia civil retirado JUSTINO QUINDOS LÓPEZ, cuando se encontraban charlando en la calle Mayor de la localidad tras tomar unos chatos en el Bar Alejandro.

    En ese momento, un vehículo frenó bruscamente frente a ellos y cuatro terroristas abrieron fuego contra el grupo de amigos. Justino y Elio murieron en el acto, mientras que Julio Muñoz, herido gravemente por cuatro disparos, falleció mientras era trasladado a la residencia sanitaria Nuestra Señora de Aránzazu de San Sebastián. También resultó herido leve en una pierna el policía municipal Manuel Pérez Zarzo, que se encontraba dentro del bar, pues una de las balas entró en el establecimiento. El coche utilizado por los terroristas fue robado en torno a las 17:30 horas, dejando a su propietario atado en el Alto de Elosúa. Allí permaneció hasta que fue liberado por un vecino hacia las 20:30 horas.

    Los tres amigos, según vecinos de la localidad, eran considerados políticamente de derechas, motivo suficiente para que la banda terrorista decidiese acabar con sus vidas. Dos días después, el atentado fue reivindicado por los Comandos Autónomos Anticapitalistas a través de llamadas telefónicas a varios medios de comunicación del País Vasco. Un miembro de los Comandos Autónomos Anticapitalistas fue detenido el mismo 30 de junio en el barrio de Gros de San Sebastián, cuando iba a entregar un comunicado para un periódico. Además, llevaba en su poder el arma con la que disparó a Elio, Julio y Justino. Se trataba de Jesús María Larzabal Bastarrika, condenado en 1982 por la Audiencia Nacional a 25 años de prisión. Ocho años después, en 1990, fue condenado también a 25 años, como autor material de triple asesinato, Juan Carlos Arruti Azpitarte.
    Justino Quindos López, de 60 años, estaba casado con Arcadia Izquierdo y tenía un hijo y una hija, esta última casada con el conocido pelotari Anduela III. Era natural de Ampudia (Palencia). La víctima había abandonado la Guardia Civil veinticuatro años antes de ser asesinado, y desde entonces trabajaba en la empresa Beltia. Casualmente, vivía en el mismo edificio que Ramón Baglietto Martínez, asesinado por ETA dos meses antes.
    :rura:-)

  6. #76
    El 28 de junio de 1986, la banda terrorista ETA asesinó en Zarauz (Guipúzcoa) al guardia civil FRANCISCO MURIEL MUÑOZ, e hirió a varias personas más, todas ellas miembros de las fuerzas de seguridad del Estado, salvo un civil.

    A las 7:05 horas del 28 de junio, en el Alto de Orio, un artefacto colocado en el talud de la carretera estallaba al paso de un Land Rover de la Guardia Civil, que quedó destrozado, y causó heridas leves al agente José Luis Jiménez Barba.

    Una hora más tarde, hacia las 8:30 horas, y en respuesta a la explosión en el Alto de Orio, se puso en marcha un dispositivo de rastreo por parte de los Grupos Antiterroristas Rurales (GAR), que se desplazaron por la misma carretera que une Orio con Zaráuz hasta el Alto de Meagas, ya en el término municipal de esta segunda localidad. En ese momento, una tercera bomba de considerable potencia alcanzaba de lleno a la furgoneta Nissan en la que viajaban los siete guardias civiles. Francisco Muriel Muñoz falleció prácticamente en el acto y cinco de sus compañeros quedaron gravemente heridos, con los cuerpos doblados y atrapados entre el amasijo de chatarra en que quedó convertida la furgoneta blindada. Otro guardia civil salió despedido del vehículo y cayó a varios metros de la furgoneta. La bomba, que arrasó los matorrales y arrancó de cuajo ramas enteras, había sido colocada en un talud pegado a un precipicio, con el objetivo evidente de provocar que la furgoneta se despeñase. Los guardias civiles heridos fueron José María Baltasar Gil, natural de Algeciras (Cádiz), de 26 años de edad; Manuel Ángel Arenal Linares, natural de Marbella (Málaga), de 21 años de edad; Ramón Perona Sánchez, natural de Montiel (Ciudad Real), de 21 años de edad; Luis Pérez Bao, natural de San Martín de Valdeiglesias (Madrid), de 24 años de edad; Juan Carlos Carballo Gañan, natural de Olivenza (Badajoz), de 23 años de edad y José Carlos Marrero Sanabria, que sufrió una insuficiencia respiratoria y un shock traumático. Todo ello le provocó una grave lesión cerebral. Tuvo que ser ingresado en un centro psiquiátrico de Las Palmas de Gran Canaria a causa de las secuelas que le dejó la misma. Diecinueve meses después, el 10 de enero de 1988, aprovechando la visita que le hacía un compañero guardia civil, le arrebató la pistola reglamentaria y se suicidó de un tiro en la boca.

    La serie de atentados de ese día terminó con una cuarta bomba que explotó quince minutos más tarde a unos metros de la anterior, cuando efectivos de la Guardia Civil rastreaban el terreno en las inmediaciones del atentado. A consecuencia de la explosión, varios guardias civiles sufrieron perforación timpánica.

    Francisco Muriel Muñoz, de 30 años, estaba soltero. Era natural de Archidona (Málaga). Ingresó en 1979 en la Guardia Civil, y fue el primer miembro de los GAR muerto en acto de servicio desde que se creó esta unidad de élite en 1982.
    :rura:-)

  7. #77
    Juan Antonio García, guardia civil asesinado con una bomba bajo su vehículoEn la madrugada del 4 de julio de 1982, la banda terrorista ETA asesinaba en Burguete (Navarra) al guardia civil JUAN ANTONIO GARCÍA GONZÁLEZ mediante la colocación de una bomba bajo su vehículo, y hería gravemente a su amigo, Francisco Javier López García, también guardia civil. Ambos tenían 21 años, los dos eran hijos de guardias civiles, estaban solteros y habían sido destinados al Grupo Especial de Intervención de Montaña con base en la localidad navarra de Burguete.
    Juan Antonio y Francisco Javier habían estado divirtiéndose y tomando copas esa noche de domingo. En torno a las 2:40 horas abandonaron la discoteca Irrintzi y se subieron al vehículo propiedad de Juan Antonio. Al poner en marcha el coche, se produjo la explosión de una bomba colocada junto a las ruedas traseras del vehículo. Un segundo artefacto situado en la parte delantera no llegó a estallar. Ambos artefactos estaban compuestos por 3 kilos de Goma 2 y abundante metralla. Los terroristas habían colocado dos cargas bajo las ruedas delanteras y traseras del vehículo de forma tal que, al mover el coche, en una u otra dirección, hiciesen explotar el artefacto por simple presión de las mismas. Los artificieros del equipo EDEX de la Guardia Civil procedieron posteriormente a desactivar el segundo explosivo.
    Juan Antonio fue alcanzado en la espalda por la onda expansiva y la metralla, resultando gravemente herido. Falleció mientras era trasladado al Hospital Provincial de Navarra. Su amigo, Francisco López García, también resultó herido en la espalda por la metralla, pero pudo salvar la vida tras ser intervenido quirúrgicamente. La dirección del hospital de Navarra facilitó, a media mañana del 4 de julio, un parte médico en el que señalaba que el herido presentaba cinco heridas de metralla en región dorsolumbar, con desgarros musculares y ablación cutánea, además de una doble fractura occipital. Su pronóstico fue calificado de grave.
    Juan Antonio García González era natural de Marchamalo (Guadalajara). Había estado tres años destinado en la Comandancia de Navarra y llevaba tres meses destinado en Burguete. Cuando fue asesinado, su padre era jefe del puesto de la Guardia Civil de Abéjar (Ávila). La capilla ardiente del guardia civil se instaló en el Salón del Trono del Gobierno Civil de Navarra. Una guardia de honor estuvo escoltando en todo momento el cadáver, hasta la celebración de los funerales, que tuvieron lugar a primera hora de la tarde del 4 de julio en la Iglesia de San Miguel de Pamplona.
    :rura:-)

  8. #78
    A las 6:30 horas, del 5 de julio de 1981, miembros del grupo Donosti de ETA tiroteaban el vehículo oficial en el que viajaban el guardia civil de Tráfico LUIS MIRANDA BLANCO y su compañero José Paradero Garrote, cuando circulaban por la Nacional I Madrid-Irún a la altura de la localidad guipuzcoana de Lezo.

    Los terroristas esperaban a los agentes parapetados tras un muro de unos dos metros de altura que se encuentra en el Alto de Gainchurisqueta. Cuando vieron aparecer el vehículo de la Guardia Civil de Tráfico, lo tirotearon y se dieron a la fuga, a pesar de que a pocos metros del automóvil de Tráfico circulaba otro vehículo de la Guardia Civil sin señales externas de identificación, precisamente como medida de protección frente a posibles atentados.

    Los disparos alcanzaron de lleno al primer automóvil, hiriendo mortalmente al agente Luis Miranda, que fue trasladado en un coche particular al Hospital de la Cruz Roja de San Sebastián, donde ingresó cadáver. Poco más tarde llegó al mismo centro el guardia civil José Paradero, que también viajaba en el primer automóvil. Se le pronosticó herida por arma de fuego, con orificio de entrada y salida en hemitórax derecho, afectación de la pared costal, fractura abierta y pérdidas de sustancia ósea, muscular y cutánea en tercio medio de pierna derecha. El pronóstico de sus heridas fue calificado de grave, aunque evolucionó favorablemente en los días siguientes.

    El arma utilizada por los agresores, según fuentes oficiales, fue un fusil Cetme, de uso reglamentario en el Ejército y en las Fuerzas de Seguridad, que podría haber sido robado en Orio. En el lugar del atentado se recogieron más de una docena de casquillos de bala del calibre 7,62. Los etarras emplearon para cometer el atentado un automóvil Talbot 150, que tres terroristas habían robado a punta de pistola a las cuatro de la madrugada en la discoteca Ku, situada en el monte Igueldo. Al propietario del coche robado y a sus acompañantes los dejaron atados a unos árboles.

    Pocas horas después del ametrallamiento del vehículo de la Guardia Civil de Tráfico se trasladó desde Madrid a San Sebastián en helicóptero el general director de la Guardia Civil, Luis Aramburu Topete, que visitó la capilla ardiente y se interesó también por el estado de José Paradero, ingresado en el Hospital de la Cruz Roja.Luis Miranda Blanco, de 28 años, había nacido en Sevilla, estaba casado y tenía dos hijas, de cinco y tres años. Su esposa estaba embarazada del tercero.


    :rura:-)

  9. #79
    A las 8:15 horas del 9 de julio de 1985 la banda terrorista ETA asesinaba en San Sebastián a ANTONIO JESÚS TRUJILLO COMINO y a JUAN MERINO ANTÚNEZ, dos guardias civiles de paisano encargados de la custodia de la Delegación de Hacienda de la capital donostiarra.


    Los guardias civiles estaban dentro de un coche aparcado escuchando música con las ventanillas bajadas. Los terroristas, que llevaban el pañuelo rojo anudado al cuello típico de las fiestas de San Fermín, abordaron el coche policial simulando formar parte de los miles de jóvenes que volvían esos días de las fiestas a las capitales del País Vasco. Al llegar a la altura del vehículo, empezaron a disparar simultáneamente y a quemarropa por ambos lados a través de las ventanillas delanteras del mismo. Los guardias civiles murieron prácticamente en el acto y quedaron recostados dentro del coche uno sobre el otro.


    Juan y Antonio apenas llevaban dos meses destinados en San Sebastián. Ambos procedían del Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro (Madrid), y cubrían asiduamente la vigilancia de la Delegación de Hacienda, edificio que había sufrido varios atentados y frecuentes avisos de bomba.


    Según testigos presenciales del atentado, los asesinos huyeron pistola en mano y se introdujeron en uno de los accesos peatonales del aparcamiento subterráneo de la calle de Oquendo, a escasos veinte metros del lugar donde habían quedado acribillados los dos guardias civiles.


    Inmediatamente después de escucharse los cinco disparos, otros dos guardias civiles salieron de la Delegación de Hacienda, echaron una rápida ojeada a los guardias que agonizaban, ordenaron a los vecinos que avisaran a un médico y al 091 y penetraron en el aparcamiento en busca de los asesinos. Diez minutos más tarde la Policía cerró los accesos del estacionamiento subterráneo y registró, sin resultados, los vehículos y a sus usuarios. Lo más probable es que los etarras salieran del aparcamiento por otra entrada peatonal que desemboca en la calle de la República Argentina, donde continuaron su huida en coche, de ahí que su búsqueda en el interior del aparcamiento resultase infructuosa.


    A las diez de la mañana un individuo telefoneó a la DYA en nombre de ETA militar para indicar que habían abandonado un Renault 7 en la zona de Cocheras, en el garaje de los autobuses urbanos de San Sebastián. El propietario del coche, Domingo Alunda, fue encontrado atado y amordazado en el portamaletas. Tras ser liberado, Domingo afirmó que había sido abordado a punta de pistola en Pasajes cuando iba a trabajar, y que había permanecido atado y amordazado en el portamaletas más de una hora.


    Dos horas después de las diez de la mañana los cadáveres de Juan Merino y Antonio Trujillo fueron trasladados al cementerio donostiarra de Polloe para practicarles la autopsia. Los guardias tenían impactos en la cabeza, en el cuello y en el hombro, debido a la trayectoria descendente seguida por las balas. La mano de uno de los guardias descansaba sobre su muslo derecho, cerca de la pistola reglamentaria que tenía entre las piernas y que no tuvo tiempo de utilizar.


    La Policía recogió dos casquillos de bala en la acera y al menos otros dos más en la calzada. Practicada la autopsia, los cadáveres fueron llevados al edificio del Gobierno Civil. El funeral tuvo lugar a las seis de la tarde en la Iglesia de la Sagrada Familia, en el barrio de Amara. Al mismo asistieron el ministro de Interior, José Barrionuevo, y el delegado del Gobierno en el País Vasco, Ramón Jáuregui. A la entrada y a la salida del funeral se vivieron momentos de tensión y se profirieron insultos contra Barrionuevo y contra ETA. Los asesinatos y atentados se sucedían un día tras otro y el ambiente estaba cada vez más encendido. Una semana antes del asesinato de Juan y Antonio, el policía nacional José Antonio Sevilla había resultado gravemente herido en Pamplona cuando un terrorista le disparó a la cabeza mientras se encontraba en un bar de la capital navarra. El agente sobrevivió al atentado, pero sufrió graves secuelas, entre ellas la pérdida de un ojo. Años después acabó quedando completamente ciego.


    Juan Merino Antúnez, de 21 años, casado y sin hijos, era natural de Llanes (Asturias). Había sido trasladado a San Sebastián el 1 de mayo de 1985.


    Antonio Jesús Trujillo Comino, de 22 años, estaba soltero, aunque tenía fijada la fecha de su boda para el mes siguiente a su asesinato. Era natural de Priego de Córdoba. Al igual que Juan, su primer y último destino, tras salir del Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro en Madrid, fue San Sebastián.


    :rura:-)

  10. #80
    A las 7:20 horas del viernes 10 de julio de 1981, ETA asesinaba a tiros en Basauri (Vizcaya) al guardia civil retirado JOAQUÍN GORJÓN GONZÁLEZ mientras esperaba el tren en el andén de la estación de ferrocarril para trasladarse a Bilbao, donde trabajaba como empleado en una agencia de aduanas.

    En ese momento había un centenar de personas en el andén, la mayoría trabajadores que esperaban la llegada del tren que cubre la línea Orduña-Bilbao. Un individuo, sin mediar palabra, sacó una pistola y efectuó dos disparos que alcanzaron a Joaquín en la espalda y en el cuello. La víctima cayó mortalmente herida en el andén mientras el pistolero y dos acompañantes emprendían la huida a pie y se montaban en un coche que esperaba fuera de la estación.

    Los etarras utilizaron dos vehículos para cometer el atentado, uno para desplazarse hasta Basauri y otro en el transcurso de la huida. Media hora antes de asesinar a Gorjón González dos etarras robaron un Seat 124 de color beige en el barrio bilbaíno de Deusto, obligando al conductor a cambiar de asiento y a acompañarles, primero a recoger a otros dos terroristas, y después hasta las inmediaciones de la estación de Basauri. Tras cometer el asesinato, abandonaron al dueño del coche en Basauri y emprendieron la huida.

    La Policía Municipal de la localidad vizcaína dio la alarma a la Guardia Civil, que localizó el coche en la entrada de Bilbao. Para entonces los terroristas habían robado un segundo vehículo que fue detectado por dos coches patrulla de la Policía Nacional. Se inició entonces una persecución hasta el casco viejo de la capital, donde los etarras abandonaron el coche y continuaron la fuga a pie por las calles del centro de la ciudad. En esta persecución se produjo un intercambio de disparos en el que resultaron heridos el etarra Sebastián Echaniz que, a pesar de ello, consiguió huir -fue trasladado por sus compañeros a un piso y, al día siguiente, conducido a Francia para ser atendido de las heridas-, y dos transeúntes que, según fuentes policiales, fueron utilizados como escudo por los etarras. Aurora Múgica Múgica resultó herida de carácter leve, y Ovidio Ferreira Martín, de carácter grave. Ovidio Ferreira recibió dos impactos, uno en la pierna y otro en la cara. Esta segunda bala quedó alojada en la parte posterior del cráneo y, a consecuencia de la misma, falleció cuatro días después, el 14 de julio de 1981.

    Joaquín Gorjón González, de 59 años de edad, se había retirado de la Guardia Civil en 1972, pasando a trabajar desde entonces en una agencia de aduanas bilbaína. Natural de Vilvestre (Salamanca), estaba casado y tenía seis hijos de edades comprendidas entre los 37 y los 22 años.
    :rura:-)

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