Yo creo que todos coincidimos en que ni todos los vascos son malos, ni todos los catalanes son malos.
Lo que pasa en estos casos, es que cuatro capullos (vascos y/o catalanes) meten más follón que el resto de ellos, que son prudentes y educados.
Luego, por la influencia mediática, sólo se habla de los capullos, y no se habla de los otros miles que se comportaron exquisitamente.
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