Cita Iniciado por d3smond Ver mensaje
La sentencia está más que leída. El compañero le dice le dice al sargento primero no tener huevos por no ir a decírselo él mismo, y segundo "maricón". Lo tacha de cobarde. No hay ninguna amenaza. Ni tan siquiera el tribunal lo califica de amenazas. Una de dos, o estás intentando manipular o no tienes ni idea de lo que va esto de las amenazas y los insultos. Me decanto por lo primero, porque estás intentando manipular, porque ya se te ha explicado varias veces lo que son unas amenazas. Pero te pongo lo que pone el código penal:

"El que amenazare a otro con causarle a él, a su familia o a otras personas con las que esté íntimamente vinculado un mal que constituya delitos de homicidio, lesiones, aborto, contra la libertad, torturas y contra la integridad moral, la libertad sexual, la intimidad, el honor, el patrimonio y el orden socioeconómico"

Dime tú, tanto que mencionas la sentencia, dónde amenaza el compañero con causar alguno de esos males. Lo dicho, o eres un ignorante o un manipulador.

Y digo que quieres manipular porque encima intentas insinuar no sé qué de la bebida y de la nochevieja. Si tanto te gusta leer la sentencia, dime dónde pone que hubiese nadie bebido.

Ningún funcionario es encarcelado por algo así. Ningún ciudadano es encarcelado por algo así. Lo único que queremos es no ser ni funcionarios ni ciudadanos de segunda y que seamos tratados como cualquier otra persona. Y no me hables de empresas de la calle porque nosotros somos funcionarios y a ningún funcionario lo encarcelan por algo así. Tampoco lo echan. Demagogo.

Espero que, como dicen por ahí arriba, no seas un compañero, que seas un simple troll puesto aquí por la dirección general, porque la verdad es que me daría bastante grima llamar a alguien como tú compañero.
Lo cierto, es que no soy compañero...TUYO. No me identifico con la gente que juzga solo por el destino o el grado de otro.
Me acusaste de mentir, y de estar de acuerdo con la sentencia. Te lo rebatí. Y has callado, Insistiendo de nuevo en la ausencia de amenazas, obviando para ello los gritos y las gesticulaciones y el porque tuvieron dos compañeros que sacar al guardia.