Pues nada, me veía feliz, mas militar que nada, mas campechano y mas trabajador que nunca, echando la partida de nuevo en las tascas de los pueblos, de merendadas con los vecinos y con el palo del bolígrafo encima de los delincuentes que pululan por los tierras rústicas españolas trayendo de nuevo la paz y la tranquilidad a esas gentes trabajadoras... nada de nada seguiremos con las miradas perdidas en los "guassas" aguantando a esos incómodos acompañantes; si bien dejarán de ser incómodos si las "cuentas" se cambian... subiendo el sueldo a los Guardias Civiles por encima de la nómina de forma apreciable de los Policías y dando la opción a la inversa, de seguro el revuelo sería el mismo que el ahora provocado con ese postre inalcanzable. Por lo menos nos han entretenido varios meses donde desde un principio muy pocos o nadie lo veía real. Tiempo perdido.
Marcadores