Claro que no broma , ahí es donde nosotros no somos nada, todos estamos pendientes de un hilo que se rompe; cada vez que escucho algo sobre terremoto se me viene a la mente, los bruidos sonoros, los chasquidos de las hojas de los árboles, ese viento electrizante que precede el movimiento, si estas al dado de un edificio parado de pie, luego crujidos de las ventanas, puertas, columnas, los pies que los tienes que separar para sostenerte, todo eso te queda gravado en la mente y dura y dura varios meses, luego cada camión que pasa haciendo ruido vibratorio no hay mejor cosa para hacerte poner en pie y sin que nadie te mande; nuestro cuerpo no esta preparado para esos sustos, aunque llega a aguantarlos y aminorarlos si estos se producen con frecuencia como los vividos en Becerreá.
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