Compañero D. Manuel, anda que cuando estabas por esos pueblos con la capa en el que parabas no había ni en ese ni en los de los alrededores un solo furtivo, hoy día como no te agaches lo mismo te alcanzan los perdigones. Pues no ha cambiado esto, madre mía; no hace falta que te lo diga, habrás vivido las dos épocas. Saludos