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  1. #11
    General de Division Avatar de pastor
    Fecha de ingreso
    14 abr, 09
    Ubicación
    ESPAÑA
    Mensajes
    11,855
    Se dice y se comenta en los burladeros de la sociedad aventajada y empobrecida, moralmente desdichada española, que los ********s cada final de mes aumentan las denuncias con tal de llegar a final de mes, sin que tengan los menesteres de ir al primer banco que vean y pistola en mano brinden con el director del mismo porque sigan inyectando generosas raciones de EPO al cadáver moribundo, llámese el banco Bankia , CCLM o cualquiera otra que haya seguido el destino de las citadas, destino poco recomendable a ciencia cierta.
    No son solo esas apreciaciones las que la sociedad o una parte de ella, las que se comentan en los foros tertulianos de cualquier calle o taberna de barrio con olor a fritangas baratas y hasta caducadas, dando muestra de ello con imágenes el chef Chicote en bailando con los más guarros, sino que además, se suele acusar en más de una ocasión a los hombres de verde con quedarse con esos alimentos para los pollos que portan demasiados aprendices a granjeros por las más variados sitios, caminos y carreteras de España sin que yo, hombre de vestimentas verdes, quisiera significar aquí, pero hoy al menos, haré esa excepción.
    Después de haber realizado la digestión de una comida ligera por horarios cicateros del servicio, la ciudadanía con o sin EpC, nos sirvió de postre el reconocimiento de tres garajes en donde varios coches habían sufrido daños causados por quién, no atreviéndose a negociar de palabra con sus vecinos, había optado por ese camino cobarde y chulesco de realizar daños obscenos contra quienes son de naturaleza inertes, finalizando con el futuro de realizar cinco inspecciones de las llamadas oculares y alguna que otra conversación in situ con varios vecinos, de la que se desprendieron hechos posteriores que podrían o no ser contados en otra ocasión.
    Después de permanecer allí por espacio del tiempo mínimo imprescindible, continuamos el paso, corto o largo según las vicisitudes del cada momento del servicio dando al final con el siempre presente listillo de turno.
    Con el saludo militar siempre en primer lugar, le indico que estacione su turismo en un lugar concreto, cosa que el cara larga, de coleta de medio metro atada con goma comprada en el chino , hace relatando para si mismo una retahíla de lenguaje simiesco.
    Le pido por favor, que enseñe su documentación personal así como la relativa al turismo a los agentes y, a continuación en los mismos modos, que se va a proceder a un breve registro de su turismo por lo que puede bajar del mismo.
    Ustedes no saben lo que el ciudadano tan sensible que va desde el nacimiento, vida y muerte del grillo asilvestrado hasta la pintada graffiti de la puerta del convento franciscano en la que en grandes titulares y en letras cursivas de color rojo dicen “puto Rajoy”, son capaces de decir en forma de acusaciones varias, y este colega lo hizo.
    Abro una de las puertas delanteras con el fulano a medio metro de mi y cuando voy a introducir mi cabeza en el interior de aquel sucio espacio en donde los pelos de un largo que impresionaba tapizaban cada rincón del tapizado incluido lo que parecía ser el techo, el ciudadano me dice:
    - No toques nada sin que yo lo vea, no vayas a meter algo dentro.
    Reconozco que le miré de arriba abajo y viceversa. Que me dieron unas tremendas ganas de cortarle el pelo si a bien me hubiese venido y dejado las ilustras leyes españolas al cero y haberle adecentado su boca con alguna generosa dosis de guindilla mejicana.
    No importa, me digo sujetando mi testosterona .
    Vamos hacer una cosa para que usted no tenga esos problemas..Sea uste mismo el que vaya sacando cada efecto que porte en su coche. Los deja en el suelo o cualquier otro sito donde yo, pueda comprobar su lícita posesión ante usted. Podemos empezar por los del maletero. Abra el mismo y comprobemos lo que en el lleva.
    La cosa tubo su gracia. En el habitáculo había depositados cuatro grandes cajones de color verde y de los utilizados para la fruta. Ya saben ustedes. Esos de los que se llena de naranjas por ejemplo y que en este caso, iban llenos de todo tipo de cosas menos de naranjas o fruta alguna.
    Me preguntó si tenía que descargar todas las cajas y le confirmo la regla afirmativamente y de nuevo ante su pregunta por el lugar de la descarga, le digo que vale en el suelo si le parece. Agarró el cajón y lo puso boca abajo quedando en el suelo tal vez centenares de enseres de todo tipo . . . centenares de pelos que agarraban fuertemente varios peines. Rollos de papel higiénico. Varios cutter. Tornillos en cantidad y variedad para montar una grande y bien surtida ferretería. Alguna bolsa de marihuana y, tranquilamente me coloco los guantes de cirujano y remuevo cada efecto. Cojo cada tornillo y cuento el número de sus roscas. Cada rollo de papel limpia culos, es desenrollado y vuelto a enrollar cuidadosamente, con infinito amor y carió que debe velar la situación, para al cabo de transcurridos más de treinta minutos coger la bolsa de marihuana y preguntar al melenudo ciudadano de cara larga ¿ ha observado usted todos mis movimientos.- contesta que si.- ¿ entonces ha visto que yo no he dejado esta sustancia de color verde que parece marihuana a simple vista?.- vuelve a contestar que ha visto que no he dejado nada en el lugar.- ¿ entonces es suya ?.- dice que si de mala leche y subiendo el tono de voz.
    - Bueno. El primer cajón ya está visto y comprobados todos sus efectos. Puede sacar usted cualquiera de los otros tres que quedan.
    Bueno. Que les voy a decir a continuación a ustedes ilustres personajes del foro que no adivinen. El fulano, estudiante de EpC y aspirante a pagar alguna futura pensión de algún honrado trabajador, empezó a despotricar mientras sacaba el segundo cajón del maletero y desde la misma altura dejó caer de nuevo docenas de nuevos efectos.
    Mismo ritual. Me quito los guantes usados que guardo en el vehículo oficial para luego depositarlos en el contenedor pertinente, y despacio, muy despacio me coloco unos nuevos y cuando me agacho para empezar el nuevo reconocimiento, siento un suave deslizamiento de un cuerpo a mi espalda y vuelvo la vista. Contemplo como el ejemplar ciudadano que se había apoyado sobre una de las tablas de una valla que delimitaba el lugar –un merendero público- , estaba ya en el suelo con unos fuertes jadeos. Me acerco a él mientras digo al compañero que prosiga el reconocimiento de los efectos exteriores e interiores del coche, donde por cierto, del interior salió una nueva bolsita de maría.
    Él Epc que ve acercarme, dice alzando la voz “ ni te acerques ******** de mierda”, pero yo, siendo guardia civil y no de mierda compruebo sus constantes vitales ante sus negativas. Le acerco una bolsa de plástico para que respire y expire con ella por el estado de ansiedad dice padecer. Llamo inmediatamente al centro médico para que el Epc sea asistido de forma adecuada, como procedió poco después.
    Como procedió formular denuncia por la tenencia de las bolsas de marihuana. Por la alteración del orden en un lugar público según establece la Ley 1/92 , y como no, que no faltase la instrucción de unas diligencias al juzgado dando cuenta de lo sucedido y aportando parte médico de la asistencia de la que al coletas, le fue dada.
    Para terminar esta breve historia, diré que el jugado abrió posteriormente el caso en el que Epc, fue condenado al pago de 180 euros.
    Pero le quedó la constancia que los guardias civiles somos gente de pelo corto, paso largo, firme, y muy honrados.
    Última edición por pastor; 01/05/2015 a las 20:36
    Prefiero molestar con la verdad que complacer con adulaciones. Séneca.

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